Déjà Vu [#3] ✔️

Capítulo 29: El juicio

La noche antes del juicio final se me hizo muy difícil dormir, estaba muy ansiosa porque amaneciera rápido, el no saber la decisión final del juez me comía viva cada minuto que pasaba.

Habían pasado cuatro semanas desde que el juicio de Marcus inició, era mi padre y su abogado, contra Marcus y mi tía Morgan.

Entré al tribunal bastante nerviosa, porque después de este día Marcus quedaría libre o cumpliendo condena en prisión por unos largos años.

Me senté en primera fila, aunque tenía muchas ganas de ir junto a él y mi tía para sentarme con ellos, pero no podía. Así que simplemente me limité a mirarlo cuando entró junto a dos guardias.

El juicio final dio inicio, mucho cuento y mucho papeleo de por medio, cosas que me fui enterando de a poco gracias al abogado de papá y el cómo mi novio no parecía negar nada de lo que decían. Marcus se había declarado inocente, pero ahora, debía demostrarlo.

—Señor Müller, aquí dice que ha demandado al joven Beckham, pero no indica la cantidad —habló el juez.

Mi padre se aclaró la garganta antes de levantarse de la silla y responder.

—Yo no quiero ni un solo euro de nadie, su señoría, lo único que pido es una orden de alejamiento, quiero a mi hija devuelta en casa, conmigo. No quiero que ese hombre vuelva a acercarse a ella.

Marcus me miró de reojo y luego bajó la mirada, mis ojos se llenaron de lágrimas y furia hacia mi padre de manera inmediata.

¿Qué le pasa?

Mi novio subió al estrado en silencio, se acomodó en el asiento y pude notar que sí, estaba un poco nervioso, pero intentó disimularlo a toda costa.

—Buenas tardes, señor Beckham.

—Buenas tardes.

—Señor Beckham, hace unos años fue demandado por la señorita Humphrey en la ciudad de Londres por una cantidad de £16563.40 libras esterlinas, ¿Qué tiene para decir al respecto?

Él se aclaró la garganta antes de hablar.

‌—Como ha dicho, su señoría, hace unos años la señorita Humphrey hizo unas acusaciones en mi contra, claramente nada era cierto, así que creo que es momento de que tome cartas en el asunto para defenderme en este caso, es momento de decir la verdad, mi verdad.

—Los abogados de la señorita Humphrey aquí presentes, afirman que usted no cumplió con la orden de alejamiento hacia el niño Sean Beckham y jamás pagó la cantidad de dinero que le fue exigida a la señorita Humphrey al encontrarlo culpable en el primer caso realizado en Londres.

—Porque soy inocente y tengo derecho a ver a mi hijo —soltó molesto.

El taquimecanógrafo tomaba nota de cada cosa que sucedía para el registro estenográfico del caso. Todavía no pasaban a ningún testigo, por ahora el abogado de mi padre solo intentaba interrogar a fondo al acusado, mi novio.