Capítulo 19: El problema

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MARCUS

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MARCUS

Salí de la habitación sin hacer mucho ruido para que Emery no despertara, eran las 9 de la mañana de un lunes y se le veía muy cansada. Así que no la levanté para que fuera al instituto y así dejarla descansar.

Había pasado la noche llorando y le costó dormir después de eso, así que le pedí a Amelia que siguiera preparando el desayuno para Em cuando alguien empezó a tocar la puerta de mi casa repetidas veces.

—Yo abro, no te preocupes —le avisé—. Recuerda que a Emery le gusta el café con hielo.

Ella asintió con la cabeza terminando de preparar mi café también. Quería esperar a que despertara para desayunar con ella, pero lo cierto es que me estaba muriendo de hambre.

Al abrir la puerta me encontré con su tía Morgan, la cual inmediatamente se adentró a mi casa y empezó a mirar a su alrededor enojada.

— ¿Dónde está Emery? —preguntó demandante.

Fruncí el ceño.

—Arriba en la habitación, todavía está durmiendo.

Ahora se dirigió a mi bastante molesta.

— ¿Por qué no atendiste mis llamadas? ¿Por qué no me has dicho que ella estaba bien? Que estaba contigo. ¡Estuve toda la noche sin poder pegar un ojo pensando que algo malo había pasado porque la niña decidió escapar de casa!

—Estuve sin batería toda la noche, pero le dije a Emery que les avisara que se encontraba bien y que estaba aquí, pero bueno, ya veo que no lo hizo.

Ella suspiró intentando calmarse.

— ¿Cómo llegó aquí? ¿Fuiste por ella? ¿Fue tu idea que viniera aquí anoche?

—No, simplemente apareció aquí llorando y pidiendo que la dejara quedarse. Sé que está mal pero no iba a dejarla en la calle porque sabía que no regresaría a su casa. Y luego ella me prometió que le avisaría que estaba conmigo.

Ella chasqueó la lengua cruzándose de brazos.

—Mmm, pues no lo hizo.

—Ya veo.

—Su papá está bastante preocupado.

—Me imagino.

—No creo que sea buena idea que siga quedándose aquí.

—Lo sé, pero no creo que quiera regresar ahora mismo.

—Tienes razón, y no la obligaré porque será peor.

—Yo no tengo problema en que se quede aquí unos días, cuidaré de ella.

— ¿En serio? Te lo agradecería muchísimo, yo hablaré con su papá, pero... ¿Podrías intentar convencerla para que cambie de opinión? Necesita arreglar las cosas con Adler, tiene que volver a casa.

Déjà Vu [#3] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora