Déjà Vu [#3] ✔️

Capítulo 27: Las Palabras de Avery

«En la vida de Avery hubo muchos cambios desde el divorcio de sus padres, y aunque ella intentó que eso no le afectara en su primera navidad con su familia dividida, sintió un gran vacío aquella noche buena.

Al principio le costó mucho decidir qué hacer, no quería dejar a Morgan en Canadá, a su papá y a su abuela... pero tampoco quería dejar sola a su madre, a pesar de todo lo que hizo, seguía siendo su madre.

Eso lo aprendió en terapia, a ver las cosas de una manera distinta y perdonar para poder pasar página, por ello tomó la decisión de pasar la navidad con Amanda Davies en Australia, Jeremy Adams, su nuevo padrastro y Luke, su hermanastro. Y aunque al principio se sintió un poco incómoda, vacía y mala persona por dejar a su hermana, con el tiempo se dio cuenta que pensar por primera vez en ella y no en los demás, fue la mejor decisión que pudo haber tomado».

Cerré el libro mirando la lápida de mi madre. Suspiré sintiendo la brisa chocar contra mi cabello suelto y bajé la mirada nuevamente hacia el libro en mis manos.

Las Palabras de Avery.

Ya estaba terminando de leerlo, y con cada página que pasaba, me iba dando cuenta de que cada capítulo era más triste que el anterior.

Y por un momento me pregunté si en realidad sucedió así y mamá se sentía tan miserable durante esos días o si fue únicamente drama agregado por mi padre y mi tía Michelle.

Hoy se cumplían 13 años de la muerte de Avery Jones, y cada 24 de noviembre venía al cementerio con papá, hablaba con ella hasta que se hacía tarde y luego íbamos a comer en su restaurante favorito.

Hoy estoy yo sola... y espero no cruzármelo mientras esté aquí, la verdad no tengo ánimos para absolutamente nada.

—Mamá... la última vez que vine a visitarte conocí un chico —sonreí vagamente ante el recuerdo—. Te sorprendería por qué tipo de chico he caído enamorada... pero es una buena persona, lo quiero muchísimo. Sin embargo, está en prisión pagando un crimen que no cometió por culpa de papá.

Bufé enojada y continué hablando.

» ¿Tan estresante y tóxico era incluso de joven? Te juro que lo he intentado, acercarme a él o simplemente llevar la fiesta en paz, pero cada día que pasa le encuentra un nuevo defecto a Marcus para que me aleje de él y me molesta muchísimo.

Suspiré recordando nuevamente el rostro golpeado de mi novio.

No es justo. Nada de esto lo es.

Besé mis dedos para luego pasarlos por la lápida de mi madre.

—Te amo, mamá, te echo muchísimo de menos.

Por un momento imaginé a Marcus a mi lado, justo como la primera vez que nos vimos.

Y entonces me entristecí.

Porque ahora no tenía ni a mi mamá, ni a mi papá, ni a Marcus. Esto ya era deprimente.