'ULLIEL' // COMPLETA

4.

ESTE ES UN CAPITULO BASTANTE LARGO. SE DICEN MUCHAS COSAS EN ÉL Y RECOMIENDO PRESTAR ATENCION, PUES EN EL FUTURO DE LA NOVELA ES IMPORTANTE QUE SE RECUERDE.

GRACIAS POR LEER :)!

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La vida puede girársete de un momento a otro, se de lo que hablo, conozco esa sensación. Venía con la intención de matar a Ulliel. Acabo de conocerlo, bueno, más o menos, cuando nos miramos a los ojos y nos tocamos las manos algo se ha encendido en mi cabeza, y como si mi mente fuera un rollo de películas antiguas empieza a reproducir imágenes que creía borradas. Es difícil decir que confío en él al cien por cien, me quedaría más tranquila si me mostrara evidencias físicas sobre todo lo que me ha explicado. He de esperar. Me ha dicho que me las enseñara.

No sé qué hora es, no me importa. Estoy aquí para solucionar algo importante, y no me voy a ir hasta que este satisfecha y conforme.

He terminado de cambiarme, la ropa mojada me molestaba y me hacía sentir pesada, y ahogada. Aunque mis nervios no se hayan ido del todo me siento mejor. Ya no siento el nudo en la garganta, ahora lo siento en mi estómago. Ya no me pica el cuerpo a causa del frio, ni siento nauseas.

He hecho bien en quedarme a hablar con él? Debería de haber huido cuando tenía la oportunidad? No sé, creo que no hubiera podido ni salir de la casa sin volver a desplomarme. E insisto, a través de sus ojos no veo maldad, no veo la ira de Christoph cuando se enfada, no temo a que pierda el control y llegue incluso a pegarme. Ulliel parece una persona completamente diferente de como mi padre adoptivo me lo describió.

Salgo de la habitación, el vestido negro me entraba como un guante, cualquiera diría que estaba hecho para mí. La habitación en la que he entrado no me sonaba, quizá cuando pase más tiempo aquí los recuerdos se vuelvan a mi favor y reconozca mi hogar. Igualmente pienso que es preciosa, las paredes son blancas, había muebles vintage, entre ellos un armario empotrado bastante desgastado pero nada feo, al contrario, me gustan ese tipo de muebles. A mi derecha había un espejo verde muy simple, también empotrado a la pared.

A varios metros de mi siento ruidos, Ulliel sale de detrás de una puerta, sujeta una bandeja de plata.

- Te he preparado un bocadillo, y un zumo

- Ya había salido de casa cenada

- Debes recuperar fuerzas

- No tengo hambre...

Camino hacia el sofá y me siento, es hora de poner las cartas sobre la mesa, ignorar el sándwich (que a primera vista tiene una pinta increíble) y empezar a aclarar las cosas. No pretendo quedarme aquí mucho tiempo más, o... sí?

Ulliel deja la bandeja en una pequeña mesita de cristal en frente de mí, y se sienta a mi lado.

- Come algo, por favor -dice colocándose el flequillo hacia atrás.

- Cuando estoy nerviosa se me cierra el estomago

- A mí también me pasa, pero no quiero que te desmayes de nuevo. Por favor -insiste. Aunque sea el zumo, es importante tener vitaminas.

Es imposible negarle nada a esos ojos azules que tanto me gustan, lo he admitido, me gustan, y mucho. Y por lo que me ha contado no viene de ahora, ya me gustaban de antes.

- De pequeña te quedabas mirándome siempre. Como ahora -añade.

- Oh... yo... es que, tus ojos hablan, pero dicen muchas cosas a la vez y acaban discutiendo entre todos. Puedes... pedirles por favor que se callen, y que hablen de uno en uno? Estoy echa un lio. Necesito respuestas.