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Isabelle yace en su cama, las sabanas tocan su piel desnuda con suavidad. Hace rato que esta despierta, le hubiera gustado levantarse más pronto, pero una vez más, no lo ha conseguido. Ayer no volvió tarde de la fiesta de disfraces pero... pasaron cosas. Hizo el amor con Ulliel, tal y como había planeado junto a Carol (ya verás tu cuando se entere!). Y esta feliz, se siente como en una nube, esa sensación todavía no ha desaparecido. Ojalá pudiera sentirse así siempre. Ha dormido muy bien, tanto que se le ha pasado hasta la hora de comer. Cada vez que piensa en la noche anterior... se le acelera el corazón. Sus besos, sus caricias, su voz, esa voz grave y con ese acento francés que tanto le gusta... la delicadeza de sus gestos, todo. Quiere repetirlo. Ahora que sabe lo que es el sexo en compañía, lo que se siente cuando la persona a la que quieres te acaricia, te besa cada centímetro de la piel, no quiere hacer otra cosa que no sea eso.

Mordiéndose el labio se levanta de la cama y coge ropa de calle, no sabe si saldrá, pero no le gusta ir en pijama por casa. Odia no ser productiva, pero hoy decide tomárselo con calma, no tiene que hacer nada, aunque... debe pensar que hacer a partir de ahora, ya es mayor de edad, y libre, más o menos, mientras Christoph se trague que está engañando a Ulliel, todo ira bien, y podrá salir sin darle explicaciones y sin mirar atrás, tensa, pensando que la controla. Quiere trabajar, pero no sabe de qué, solo tiene los estudios primarios y obligatorios. Para lo único que serviría, por ahora, seria como cajera de supermercado. Tiene que darle vueltas. Quiere hacer algo que le guste, que le llene. Pero por desgracia no todos pueden trabajar de lo que les gusta, y ella, aunque tenga dinero, quiere sentirse útil, y que ese dinero se lo haya ganado ella con su esfuerzo.

Sale de la ducha, y se cambia. Mientras se cepilla y seca el pelo, piensa en su vida, y el cambio que ha dado esta en apenas una semana. Metida en sus pensamientos se olvida de que Carol apedrea su ventana, hasta que esta despierta, y corre hacia su habitación. Asomándose la ve.

- Hola! Llevas mucho tiempo tirándome pinzas?

- Un ratito. Que hacías?

- Estaba en el baño...

- Con la musica, verdad?

- No, no -niega. Estaba concentrada pensando en mis cosas, mientras me secaba el pelo. Ya sabes que entro como en un estado de concentración máxima,

- Me pasa.

- Dime -sonríe.

- Quería preguntarte si querías venir a comer

- Pensaba que ya habías comido, es tardísimo!

- He hecho arroz con pollo -rodeando los ojos.

- Voy ahora mismo. Dame un minuto.

- Hasta ahora.

Ambas amigas se despiden, Isabelle cierra la ventana, y corriendo apaga la luz del baño. Comprueba que todo esta desenchufado (no como aquella vez que casi quema las cortinas con la plancha) y se pone las bambas. Sale de casa.

No le hace falta llamar al timbre, pues la puerta de Carol ya esta abierta. Entra.

- Como sigas con la costumbre de dejarme la puerta abierta un dia entrara alguien que no sea yo, y tendremos un susto.

- No te creas. No pasa nadie por esta calle.

Carol baja las escaleras de un salto, sujeta un mantel, que coloca encima de la mesa.

'ULLIEL' // COMPLETAWhere stories live. Discover now