Isabelle tenía cinco años de edad cuando fue testigo del asesinato de sus padres a sangre fría por dos mafiosos desconocidos. Junto a ella estaba Ulliel (que en ese momento tenía siete años) su vecino y mejor amigo. Él quería seguir junto a ella y p...
Un trueno acaba de despertarme, lastima, estaba teniendo un sueño muy bonito. Lo he olvidado. Vaya, que rabia me da cuando eso ocurre. Aun es de noche. Despacio me siento en el filo de la cama y suspiro tocándome la frente. Tengo ganas de ir al baño, pero no se donde esta.
Levantándome de la cama camino hasta la puerta, al abrirla me doy cuenta de que alguien pronuncia mi nombre entre crujidos. Viene de la habitación de Ulliel, rápidamente camino a oscuras hasta el marco de su puerta, es él, esta teniendo una pesadilla. Corro hacia su lado y le toco la frente, tranquilizándolo.
- Despierta, es solo una pesadilla, tranquilo, estoy aquí. Shtt.
Él abre los ojos, respira agitado. Tiene los labios llenos de sangre como la almohada. Respira agitado.
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Sus ojos hacen contacto con los míos. Que envidia, esta guapo hasta recién despierto. Es de lo más tierno
- Ya pasó, tranquilo -susurro.
Poco a poco parece recuperarse del susto al despertar.
- Estabas soñando conmigo? -le pregunto.
- Siempre revivo la misma pesadilla una y otra vez...
- ... -observándolo.
- Christoph me empuja, y lo veo todo borroso, siento tus llantos, pero no puedo moverme, y de repente oigo tu voz. Tu gritas mi nombre varias veces. Pero de un momento a otro tu voz se aleja. Consigo abrir los ojos y alguien sujeta tu mano, tu le sigues y desapareces.
- Tienes un pañuelo? Te has hecho sangre.
- No es la primera vez que me pasa.
Abre el primer cajón de su mesita alargando el brazo. Cojo el paquete de pañuelos, y con cuidado le retiro la sangre seca de los labios, labios que cada vez me gustan mas y me crean más curiosidad el cómo sería tocarlos. No puedo apartar la mirada de ellos, pero me armo de valor y desvío mi mirada hacia el pañuelo.
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