Atracción destructiva +18

64 | AD2

Skyler

Por la expresión de Marie, supe que nos insultaría de todas las maneras posibles. Se la notaba sorprendida por lo que le había hecho, me miró con un desprecio tan enorme, que hasta sentía que podía maldecirme con tan solo una mirada suya. Estando Marie dentro del sigilo, ella no tenía oportunidad de usar magia, pues éste nos protegía de que ella lo hiciese. Eso nos servía para que no nos asesinase en el proceso.

Repetí el hechizo en mi mente para no olvidarme de los nervios. Quería que esto se terminase de una vez por todas.

—¿Qué estás haciendo, Skyler? —me habló Chase, molesto y preocupado por su novia, e intentó entrar dentro del sigilo, pero no pudo, pues había una barrera que impedía entrar y salir. Les pedí a mis hermanos que agregaran el impedimento de poder entrar en el círculo a cualquier persona que no fuese Marie. Sabía bien que Chase intentaría meterse en él.

—¿Qué diablos te crees que haces? —me preguntó, sin mirar a nadie más que a mí. Era como si el resto no existiese para ella.

—Hacerte pagar por todo lo que hiciste. ¿Crees que soy lo suficientemente tonta como para no reconocer cuándo una persona tiene un amarre? Vi la mancha que tiene Chase en el cuello, debajo de su tatuaje. Cualquier persona que no sea un brujo pensaría que solo es una mancha, o hasta un chupetón, pero yo soy bruja, y he estudiado mucho como para no reconocer un amarre —expliqué. Por alguna razón, esta noche me sentía jodidamente poderosa.

—Sácame de aquí —me ordenó.

—Estás jodidamente loca para hacer un amarre —respondí.

—Y desesperada —le siguió Sam, pero ella prácticamente lo ignoró. Sus ojos seguían sobre los míos, como si intentara desafiarme.

Chase caminó hacia mí. Retrocedí cuando noté que no iba a tratarme de buena forma. Sam se interpuso en su camino, deteniéndolo con una mano e00n su pecho.

—No —dijo Sam—. No te acerques a ella. La idea de desamarrarte no fue de ella, fue mía.

Chase empujó a Sam.

—¿Quién te crees que eres para meter a mi novia en un círculo de estos?

—Soy tu hermano, y aunque no nos llevemos bien, no pienso permitir que esta loca de mierda te haga el daño que te está haciendo. Tú no te das cuenta, pero ella es peligrosa. Corres peligro estando amarrado. Cuando menos te des cuenta, les entregará tu alma a demonios. Es lo que ella hace. Quiere ser joven y bella para toda la eternidad, hace pactos con demonios para ello. ¿Acaso quieres volver al infierno?

—Cierra la puta boca, Sam. ¡Tú no sabes nada!

—Chase, amor, ayúdame —pidió Marie, con lágrimas fingidas en los ojos—. No dejes que me hagan daño.

—Te está manipulando, Chase —expliqué, pero con el amarre, Chase tenía la cabeza hueca—. No caigas en sus juegos mentales, tu amor por ella no es real, y su amor por ti, tampoco. Eres solo un medio para un fin. Marie no te quiere.

—¡Cierra la boca, Skyler! —me gritó. Era la primera vez que Chase me gritaba, pero no me dio miedo, ni siquiera me moví un poco de mi lugar, ni pestañé. Sabía que este no era el Chase que yo no conocía, éste tenía el cerebro lavado con amor falso por culpa de esa loca.

—¡Chase, mi amor! —suplicó Marie.

—No la escuches, Chase —apareció Loren. Bajaba las escaleras con la mirada fija en Marie. Ésta pareció reconocerla al instante, y se quedó callada—. Marie está demente. Siempre lo ha estado. No caigas en sus juegos.