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Chase

Me partía el corazón ver el daño que las palabras de mi madre le habían causado a Skyler. Me ponía triste porque ella se sentía triste, y lo que menos quería en este mundo era verla mal, no cuando ya sufrió demasiado con todo lo que pasó hace tiempo atrás. Ver sus ojos apagados despertaban en mí un fuerte sentimiento y una increíble necesidad de protegerla, porque en este momento, por más fuerte que fuera Skyler, se sentía frágil por lo ocurrido.

Seguíamos en el bosque. Su cabeza seguía recostaba sobre mi hombro y sus brazos estaban aferrados a mi cuerpo, como si fuese que así sacara fuerzas para encontrarse bien. Sabía que, por más que yo le dijera que no dejaría que nada malo le pasara, ella se sentía insegura e incómoda por la situación. Habíamos acordado que seguiríamos juntos contra corriente, que esta vez haríamos las cosas bien y que nos tomaríamos las cosas con calma y que lucharíamos por tener el amor que siempre soñamos tener entre nosotros, pero estaba aterrado de que ella me dejara por lo que pasó con mi madre. No sabía cómo es que haría, pero iba a encontrar alguna manera para calmar a mi madre y hacerle entrar en razón sobre Skyler, pues no podía tolerar que mi madre, la mujer que siempre me apoyó en todo y me amó incondicionalmente, delatara y odiara a la chica por la que di mi vida, y por quien volvería a dar mi vida, una, y mil veces más.

Cuando Skyler me dijo que quería irse a su casa a descansar, la acompañé hasta su puerta. El silencio, otra vez, fue algo silencioso, pero respetaba cómo se sentía, pues no la podía culpar por sentirse así. Una vez que yo llegara a mi casa, iba a tener una conversación muy seria con mi madre, porque no podía tolerar cómo le habló y trató a la mujer que amaba con toda mi vida.

—¿Vas a estar bien? —le pregunté. Estaba preocupado por ella. Quería poder quedarme con Skyler esta noche para cuidarla, para que se sintiera más segura esta noche, pero sabía que no iba a querer, que no iba a dejarme.

Por un momento, pensé en lo lindos que fueron esos momentos en los que yo podía meterme por la ventana de su cuarto siempre que quería verla. Sé que me pasaba un poco de la raya al invadir su espacio de esa manera, y era lo que me hacía sentir un poco culpable, pero recuerdo que siempre terminábamos en la cama, abrazados. Allí casi siempre habíamos tenidos momentos lindos, momentos que nos hicieron unir un poco más.

—Voy a estar bien, no tienes de qué preocuparte.

—Debería entrar allí y hablar con tu madre y tu familia. No quiero que tengan una mala imagen de mí otra vez, quiero hacer las cosas bien.

—No es necesario que lo hagas. Yo hablaré con ella.

No podía dejarla sola hablando con su madre. Le prometí a Skyler que quería hacer las cosas bien, y si bien, lo que pasó esta noche se me fue de las manos porque el tonto de Blake abrió la boca y dijo cosas que no tenía por qué haber dicho, yo me sentía responsable por esto y quería hacerme cargo del problema para que Skyler no tuviese que enfrentar esto sola. Quería que ella se sintiera apoyada y amada, porque es lo único que quería ofrecerle a ella, que lo era todo para mí. Mucho daño le causé como para seguir haciéndolo, pero siempre parecía que todo se me escapaba de las manos.

—Además, no es tu culpa que tu madre se haya enterado de las cosas. Tú no hiciste nada malo, fue el idiota de tu hermano el que abrió la boca y fue capaz de contar algo tan privado para mí. No entiendo cómo es que lo hizo, ni para qué, pero no es tu culpa, así que debes ir a tu casa a hablar con tu madre, porque estoy más que segura de que a ti te espera una pelea allí.

—Sí, de eso puedes estar segura. Pero no me refiero a mi madre, me refiero a Blake y a Sam.

—Habla con ellos, pero no llegues a otros extremos, por favor, Chase.

Atracción destructiva +18Where stories live. Discover now