Atracción destructiva +18

91 | AD2

Skyler

Me desperté y mis manos buscaron rápidamente los brazos de Chase para que me abrazara, pero él ya no estaba conmigo. Sentí su ausencia y confirmé que se marchó cuando noté la cama vacía a mi lado.

Me habría gustado despedirme de él. Recién me despertaba y ya lo echaba de menos. Después del abrazo largo que nos dimos la noche anterior, mi cuerpo tenía ganas de tener sus brazos rodeando mi cuerpo otra vez.

Revisé mi teléfono y encontré un mensaje de Chase. Me deseaba buenos días y quería que nos viéramos en su casa para conversar sobre algo importante. Aparentemente su casa estaba vacía.

Tengo que admitir que me asusté un poco. O me preocupé. O ambas. Después de lo que le hice anoche tenía miedo de que él estuviera enojado conmigo. Creo que en el fondo yo sabía que esto no era así, pero la incertidumbre y yo no éramos buenas amigas.

Estuve hablando con Jason y le conté lo que pasó anoche. No parecía estar sorprendido, pero tampoco se sintió tranquilo al respecto. Me dijo que yo tenía que estar dispuesta a hacer lo que fuera para llegar a la verdad detrás de todo esto. Insistió en que debíamos hacer hasta lo más mínimo para encontrar una solución. Pero ¿cómo haríamos eso? No teníamos a nadie que nos ayudara y no podíamos contarle a nadie lo que me pasaba. Era demasiado riesgoso.

—Encontraremos algo, Skyler. Quédate tranquila. Pero recuerda que debes estar dispuesta. ¿Entiendes?

—Sí, Jason. Pero ¿dispuesta a qué?

—Supongo que lo sabrás en el momento en el que encontremos a alguien que nos ayude.

—¿Alguien?

—Algo —se corrigió.

—Supongo que sí —me encogí de hombros.

—Te quiero. Tengo que dejarte. Abriré el bar.

—Te quiero —me despedí.

Chase y yo quedamos en vernos después de un rato, pero pronto tenía que ir con Jason a trabajar, así que no podría hablar con él más tarde, al menos no con privacidad. Me duché y le pedí a mi hermano que me llevara a la casa de Chase.

—¿Cómo te sientes? ¿Cómo lo llevas? —Sabía a lo que Ryan se estaba refiriendo. Él quería saber si no había pasado nada nuevo.

—Ya que estamos solos tengo que contarte que anoche pasó algo entre Chase y yo.

—Oh, por Dios, no quiero saber qué has hecho con Chase, así que ahórrate las palabras, Skyler —se negó e hizo cara de asco.

Rodé los ojos.

—No es eso, Ryan.

—¿Entonces?

—Lo mordí y resulta que le saqué... sangre.

Me miró sin entender y como si estuviera loca.

—Bebí su sangre. Fue inesperado. Yo no me lo esperaba, pero es que... No sé qué pasó. Cuando me di cuenta ya lo había mordido. Sonará raro lo que digo, pero disfruté su sangre. Como la sangre humana —Aún no me acostumbraba a decir eso. Para mi mente esto seguía siendo asqueroso, pero mi cuerpo no opinaba lo mismo.

Sorprendí a Ryan. Él intentó actuar tranquilamente, pero su expresión de miedo lo dejaba todo claro.

—Sé que te doy miedo, pero no quería ocultártelo.

—Gracias por hacerlo —me tomó de la mano y le dio un beso a mis nudillos.

Sonreí ante su acción. Me dio ternura.