5 | AD2

5.2K 630 65
                                    

Skyler

—¡Jason! —grité desesperada, con las lágrimas saliéndoseme. No podía creer lo que había pasado. Estaba en shock.

El camión frenó de golpe, rechinando fuertemente. No quería ver cómo había quedado el cuerpo de Jason, pero si aún seguía con vida, tenía que ayudarlo. Había sido un golpe muy fuerte, uno que probablemente lo hubiese matado, pero no podía darlo por muerto sin asegurarme. Temblando, llorando y con un dolor horrible en el pecho corrí hacia la parte delantera, esperando encontrar su cuerpo, pero no lo hallé. Busqué sangre en el camión y en el suelo, pero tampoco. Observé debajo del vehículo, y el cuerpo tampoco estaba allí.

—Jason —susurré, mirando el suelo y sin entender nada.

El hombre se bajó del camión de carga completamente asustado. Llegó hasta mí.

—No... ¡No lo vi! Y no pude frenar. ¡El tipo se me atravesó! ¿Dónde carajos está el cuerpo? ¡Sentí que golpeé algo! —se tomó de la cabeza. Parecía estar teniendo un ataque de pánico. Probablemente yo terminaría uniéndome a su ataque, estaba igual de desconcertada que él.

Mi celular vibró y miré quién era.

Nate.

A la tumba de Chase. Ahora.

—Ta... tal vez logró salir antes de que lo atropellaras —tartamudeé.

—¡Sería imposible! —prácticamente me gritó—. Estaba a dos centímetros de él, no pudo haberse corrido. ¡Y te dije que sentí que golpeé algo! ¡¿Do... dónde está su maldito cuerpo?! Yo... No entiendo.

—Oiga, no me grite.

—¿Qué mierda hacía en medio de la carretera? ¿Es suicida o qué?

—¿Qué? No, no es suicida. No sé qué le pasaba, yo... no sé —respondí, nerviosa, preocupada y ansiosa.

Mi teléfono volvió a vibrar.

Skyler. Tengo a Jason.

Y con ese mensaje volví a respirar.

—¿Qué... qué se supone que tengo que hacer? ¿Llamo a alguien?

Negué rápidamente.

—No, no, probablemente él esté bien —dije, queriendo correr hasta la tumba de mi novio para ver cómo es que Jason se encontraba y cómo Nate lo tenía.

—¡Te dije que es imposible!

—Insisto —le levanté la voz. Quería dejarlo ahí solo con su histeria, pero no podía simplemente largarme y ya porque esto era muy extraño para los ojos de ese hombre. Además, la consciencia luego me pasaría factura: ese tipo cincuentero traía un susto enorme y me daba miedo que colapsara o algo por el estilo.

—¡Golpeé a alguien, niña! ¡Lo sentí!

—Pudo haber sido una pajarito o una palomita —inventé. Él me miró mal—. ¿Qué?

—¿Tú ves algún pájaro o a una paloma?

—¿Y tú ves algún cuerpo por aquí o qué? —lo ataqué de la misma manera.

Ahí me miró peor.

—Los muertos no caminan, habrá logrado irse —dije, y me di la vuelta para irme.

—¿A dónde crees que vas?

—Me tengo que ir —caminé más rápido.

—¡No puedes dejarme así! Tengo que llamar a la policía —me gritó, pero lo ignoré—. ¡Oye! ¡Niña!

Atracción destructiva +18Where stories live. Discover now