❝No es tu culpa que yo arruine todo y no es tu culpa que no pueda ser lo que necesitas...
Cariño, ángeles como tú no pueden volar al infierno conmigo.❞
Era todo lo bueno, y al mismo tiempo, todo lo malo.
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━━ Completa. Extensión: Prologo + 21...
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Setiembre, 2022.
—Hoy se ve muy bien, señorita Jang —me dice Jungwon con una sonrisa en el rostro.
—Gracias —introduzco la intravenosa y Jungwon hace una ligera mueca de dolor, lo que lo hacer ver tierno—. Y listo...
—Esta vez no hice un sonido —me dice mientras voy acomodando su vía—. Dijiste que si no lo hacia, besarías mi mejilla...
—Es cierto... —pero lo dije cuando Sunghoon y yo aún no éramos novios, y además era una forma de chantaje piadoso.
—Tampoco me he estado quejando en mis tratamientos, creo que merezco un beso en otro lugar.
Lo observo sorprendida por lo atrevido que se ha vuelto en estos últimos meses.
—¡Jungwon, yo no te conocí así! —exclamo riendo.
—Y yo tampoco —dice Sunghoon acercándose a su camilla con su expediente en mano—. No sé que tan bueno sea eso.
—No es justo que usted tenga a la chica bonita, doctor Park. Yo estoy enfermo, nadie me querrá así.
—No digas eso, Jungwon —le doy una caricia en su cabeza—. Solo soy un año mayor que tu y él dos años mayor que tú, aun somos jóvenes, todo puede pasar.
Jungwon me observa, —Pero yo no tengo mucho tiempo, Saebyul, en algún momento mi corazón se detendrá.
Dio justo en la herida, Jungwon sabe atacarme. Me acerco a su mejilla y deposito un beso en ella. Sunghoon arregla su garganta para empezar a hablar.
—Yo no te recomiendo salir con las chicas linda, Jungwon, a veces andan besando chicos en cualquier parte.
Observo de reojo a Sunghoon quien me está observando con atención a los ojos. Desvío mi mirada al suelo y decido permanecer callada.
—Si no entiendes a lo que me refiero, lo entenderás cuando crezcas, porque vas a crecer. He revisado tus resultados y estas teniendo buena respuesta luego de la operación, y los medicamentos no parecen estar afectándote, eso es una buena señal.
—¿En serio? —Sunghoon asiente.
—Ahora es momento de que descanses —Sunghoon se acerca a mi y toma mi mano—. Yo me llevaré a mi novia lejos de ti, si no te molesta.
Salgo de la habitación tomada de la mano de Sunghoon y este me guía hasta la su oficina que su madre le había dado hace un mes. Abre la puerta, hace que entre con el y sin importarle nada más, me empieza a besar.
—¿Qué haces? —le pregunto sorprendida. Sunghoon me sujeta de la cintura mientras me besa el cuello apasionadamente, voy retrocediendo hasta que mi espalda choca contra la pared.
