❝No es tu culpa que yo arruine todo y no es tu culpa que no pueda ser lo que necesitas...
Cariño, ángeles como tú no pueden volar al infierno conmigo.❞
Era todo lo bueno, y al mismo tiempo, todo lo malo.
***
━━ Completa. Extensión: Prologo + 21...
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Enero, 2023.
Me encuentro cómo la misma mierda y me siento como la misma mierda, porque eso soy, una mierda. Soy un chico estúpido que se dejó llevar por el alcohol y dejó que una chica se le subiera encima. Soy un chico que se enfada porque su novia no le cuenta sus problemas y decide embriagarse por eso. Soy un chico de mierda. Soy un asco de persona.
He vuelto a lastimarla. He vuelto a romper eso bueno que estábamos creando. He vuelto a ser todo un idiota y lo peor, es que Saebyul no me dirige la palabra para nada.
No he hablado con ella desde nuestra conversación en su casa. Ha pasado una semana y ella sigue sin querer volver a hablar conmigo, y lo entiendo, en serio, pero me preocupa.
Necesito hablar con ella, necesito arreglar las cosas, necesito asegurarle que lo que sucedió en esa fiesta fue nada y que para mí la única es ella, necesito decirle que lo que pasa entre nosotros lo podemos superar, necesito decirle aquello que tanto moría por escuchar.
Saebyul es la única que quiero y necesito. No necesito y no quiero a nadie más que a ella.
Tiro el cigarrillo al suelo y lo aplasto con mi zapato para apagarlo. Luego retiro una goma de mascar de mi bolsillo y lo meto a mi boca para que el olor se vaya y por último rocío un poco de perfume en mi cuerpo. Ingreso otra vez a la universidad y me dirijo al salón donde tengo una clase con Saebyul. Entro al salón con la esperanza de encontrarla, pero lamentablemente solo me encuentro un salón lleno de personas que no mi interesan y no a ella.
Mierda, ¿Dónde diablos está?
No ha asistido en estos días a la universidad y sus queridos amigos prefieren evitarme a decirme en donde demonios esta ella.
Salgo del salón y decido ir en busca de Yuna o Sua. Necesito hablar con ella y voy a hacerlo.
Aún recuerdo la conversación que tuvimos el día siguiente después de lo ocurrido. Ella estaba sola en casa y yo estaba ebrio.
≪≪≪≪
—Saebyul, por favor, ya abre la puerta —dije por décima vez desde afuera.
Solo podía escuchar sus sollozos y eso me ponía más ansioso y preocupado, pero también me irritaba, pues quería entrar para solucionar las cosas y ella no me lo permitía.
—Saebyul... por favor... solo quiero hablar.
—¡Y yo dije que no quiero hablar, Sunghoon!
—¡Ya abre la maldita puerta! —grité dando un ligero golpe a la puerta negra—. ¡Solo quiero hablar!
—Si vas a estar con ese humor de mierda mejor lárgate, Sunghoon.
Era cierto, debía tranquilizarme, debía demostrarle que no había razón para temer o desconfiar.
