La Araña

Capítulo 71: ÉXODO

"Argh", gruñí, tirando del pedazo de edificio roto sobre mi cabeza, revelando las docenas de personas atrapadas bajo los escombros. Estaban acurrucados juntos, asustados. Niños, mujeres y hombres.

Olí su miedo, pude entender por qué. No podían ver mi rostro, bien podría ser uno de los que habían invadido su tierra por lo que saben.

"Está bien", susurré, mi máscara se filtró lejos de mi cabeza, mostrándoles mi rostro. Sonreí, tan suavemente como pude, "ahora todo ha terminado. Puedes salir".

Ellos asintieron y lentamente se fueron arrastrando los pies. Sostuve los escombros sobre la cabeza hasta que lo hicieron antes de dejarlos caer de nuevo con un golpe.

"¡Todos! ¡Vayan al palacio! ¡Tendremos comida y lugares para dormir!" Volstagg lanzó bolos mientras ayudaba a guiar a los heridos. Luego se volvió hacia mí y asintió con la cabeza, "¿dónde sigue?"

Cerré los ojos y abrí mis sentidos, inmediatamente escuché una mezcla de pensamientos desesperados desde la esquina de una montaña de rublos a nuestra izquierda. "Allí", señalé los escombros, saltando, Volstagg justo detrás de mí.

Me costó un poco, pero lentamente logré levantar los escombros. Una enorme losa se deslizó por los escombros de arriba. Antes de que pudiera advertir a Volstagg, el gigante de un hombre logró agarrar la losa y tirarla a un lado fácilmente.

"Maldita sea, ¿por qué no estás haciendo el levantamiento?" Solté una risita tensa mientras las personas que estaban dentro eran sacadas lentamente y guiadas al palacio.

"Mi fuerza puede ser mayor que la del asgardiano promedio, pero parece que la tuya empequeñece a la mía".

"En realidad no es nada", gruñí, dejando caer los escombros y palmeando mi traje, "realmente es todo esto... cuando lo diseñé pensé que lo había descubierto todo... esperaba que fuera el final, todo fuera todo". trajes. No quiero presumir, pero era literalmente la tecnología más avanzada en la Tierra. Pero ahora..." Miré hacia el palacio en ruinas, hacia las ruinas donde vi a Jean por última vez, "ahora me doy cuenta de cómo lejos tengo que ir".

"El progreso siempre ha sido algo que admiro de ustedes Midgardians", admitió Volstagg con voz áspera, "Asgard en sí, lamento decirlo, no ha experimentado muchos cambios en los últimos mil años... aunque debo admitir la falta de de la necesidad de nuevos desarrollos es una de las razones".

"Diría que ahora tengo una necesidad", miré la destrucción una vez más y luego el cielo, donde un espacio maduro se había llevado a alguien que me importaba profundamente.

"¿Vas tras su muchacho?" preguntó Volstagg.

Asentí, "sí..."

"No pareces tener mucha prisa".

"Jean está siendo poseída actualmente por una de las entidades cósmicas más poderosas que he conocido, si no la más poderosa. ¿Qué voy a hacer? ¿Robar una de sus naves y salir al espacio con el plan actual? No... no puedo saltar en este ciego... ella estará a salvo... sola, pero a salvo".

"Sí... dices la verdad. Dudo que haya mucho que pueda dañarla ahora", se quejó el hombre, frotándose la barba, "ven, hemos terminado este sector, regresemos. Estoy seguro de que incluso tú empiezan a sentirse asombrados".

"Sí... un poco," lo seguí, mi mente enfocada. Las últimas horas dejé que Sexy me guiara a través de los escombros, estaba operando con el poder mental menos necesario para rescatar a los asgardianos atrapados, el resto del tiempo... estaba haciendo un plan.

Cuando bromeé sobre salir corriendo a salvar a Jean, había mentido. Eso era exactamente lo que quería hacer. Pero antes, Felicia me detuvo, razonó conmigo, me calmó y me obligó a pensar.