Capítulo 20

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Aunque se dice que no hay lugar bajo el cielo que no sea la tierra del rey, HeLan es tan aislada que es casi como si el emperador estuviera lejos1. Los habitantes del pueblo casi sólo conocen la Terraza HeLan, más no conocen al Hijo del Cielo, por lo que tienen que depender de estos viajeros para mantener el orden y su conocimiento de la ley es extremadamente débil.


¹天高皇帝远 - tiāngāohuángdìyuǎn: lit. el cielo está alto y el emperador está lejos (modismo) / fig. los lugares remotos están fuera del alcance del gobierno central.

La ciudad está llena de peces y dragones mezclados², como una tempestad, y al recordar la anterior advertencia del Joven Maestro Mayor, parece que están tramando algo.

²鱼龙混杂 yúlónghùnzá: lit. peces y dragones mezclados (lengua); fig. bandidos mezclados con gente honrada.

Antes de salir de Changluo, sólo había oído hablar algo sobre  la Mansión de ZhongLi, pero en cuanto llegué aquí, me di cuenta de la poca información que tenía. Durante la cena, pregunté por la situación actual en el jianghu y el joven derramó más de 20 nombres seguidos, cada uno con sus propios resentimientos, y me quedé tan desconcertado3 que no lograba recordarlos todos.

³云里雾里 yúnlǐwùlǐ: entre nubes y niebla / (fig.) desconcertado / perplejo

Más tarde, tuve que tomar prestado un bolígrafo y un papel para escribir la información que escuchaba, trazando en círculos y puntos durante un largo rato, hasta quedar completamente confundido.

Después de la cena, Ye Tan me buscó y me preguntó: —Maestro, ¿cómo te fue con las preguntas?

—Es muy difícil de memorizar. No quiero comprobarlo. —Lo dije sinceramente.

Ye Tan asintió con la cabeza: —Eso también está bien.

De vuelta a la habitación de invitados, Ye Tan preparó la cama y salió a alimentar a los caballos.

Desde que me convertí en una persona semi-inválida, casi nunca me dejaba solo, así que solo había una única habitación y como también deseaba tanto que me ayudara a abrir el modificador  me acostumbré a que durmieramos juntos. Siempre que me colocaba en el centro de la cama, tumbado como un pez salado, yo me sentía incómodo con eso, por lo que me hacía a un lado para hacerle un espacio a Ye Tan.

Pero antes de que pudiera moverme, alguien empujó la puerta y entró. Estos pasos eran desconocidos. No conocía a esta persona.

Tan pronto como entró en la habitación, gritó casi simultáneamente: —¿Quién eres y qué haces en mi habitación?

Dando tres pasos hacia delante, se paró delante de mi cama, me agarró por la muñeca y me arrastró fuera.

Quedé pendido como una sábana floja  y dije confundido: —¿Esta es mi habitación?

El hombre, un fornido espadachín, me miró de arriba a abajo durante un largo rato antes de decir: —Oh, perdón, me equivoqué de sitio. —Me empujó de vuelta y se marchó sin más.

Mi muñeca estaba hinchada después de haber sido levantada por unos instantes, y estuve frotando el enrojecimiento de mi muñeca cuando alguien llamó dos veces a la puerta y la empujó para abrirla antes de que pudiera contestar.

Era un becario con uniforme azul, radiante y sonriente, que decía: —¡Llegas tarde, te hemos estado esperando!

Aún estaba confundido, pero el erudito se sentó con gracia en mi cama y se acercó: —¡Soy yo! ¿No te lo dijo tu maestro?

Sistema Mortal, El Más Letal (Novela)Where stories live. Discover now