Capítulo 28

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Después de haber estado viendo la cinta durante tanto tiempo, me pareció que estaba a punto de amanecer, por lo que no debía demorarme más.

Creyendo que quizás no había nada más importante que ver, avancé a toda prisa por algunos clips y me prepare para desconectarme.

No esperaba ver nada que me impactara, pero un grupo de personas había llegado al bosque de álamos, lugar al que acudía poca gente. Era un grupo de seis o siete hombres enmascarados, todos de negro, a excepción de Yun Pizhi.

Su aspecto parecía bastante cansado, tenia los ojos muy hundidos y, en tan solo medio mes, ya no tenía nada de su aspecto original.

Los hombres encapuchados pronto eligieron un buen lugar y se plantaron. Yun Pizhi se apoyó contra un árbol sin decir palabra, y con la mano derecha se sujetaba el brazo izquierdo, el cual claramente se veía muy dañado.

― ¿Para qué sirve desenterrarlo ahora? ―, dijo Yun Pizhi. ―Aunque hubiese muerto por "un día después del otoño", con todo el alboroto montado por Yaksha, es probable que los de Qin Ling lo encuentren extraño y que no estén dispuestos a creérselo todo.

No hubo respuesta, pero los espadachines cubiertos de negro cavaron apresuradamente y no tardaron en encontrar un cuerpo terriblemente amoratado.

Arrojaron el cadáver al suelo y de la tela rodó un colgante de jade. Entonces, Yun Pizhi se arrodilló junto a él y contempló el colgante de jade, perdiéndose en sus pensamientos por un momento, pero cuando lo examinó bien, se quedó perplejo.

Uno de ellos se ató una cinta de color dorado y movió la mano, provocando que los demás se hicieran a un lado. Se agachó y lo examinó para asegurarse de que no tuviera otras heridas, luego midió el tamaño de la herida de espada que tenía en el pecho.

― Cinco centímetros y medio. ―Dijo de pronto el líder que llevaba la cinta dorada.

Dos de los hombres respondieron y le ofrecieron su espada en sus manos. Las tomó y las miró una por una, eligiendo la primera: ― No está mal.

Así, la mirada de Yun Pizhi se estremeció y su pecho comenzó a enfriarse.

Aquel hombre vestido de negro y con una cinta dorada era sumamente rápido con la espada y, en el lapso de un suspiro, ya la había devuelto a su funda, sin dejar rastro de sangre, y sólo después, Yun Pizhi cayó al suelo. Los hombres que lo rodeaban le quitaron con rapidez la ropa y los accesorios al cadáver de Qin Ke Zuo y los reemplazaron por los de Yun Pizhi, y luego lo arrojaron dentro del hoyo y empezaron a enterrarlo.

Poco a poco, fue sepultado por la arena amarilla y las hojas caídas, jadeante, aún sin estar muerto, y en sus ojos sólo quedaban visibles nubes tormentosas. Gradualmente, las nubes tormentosas también se disiparon.

Me hubiera gustado saber qué pensaba ahora.

¿Siente arrepentimiento o no?

― ¿Eso es necesario? ―Alguien no pudo evitar preguntar.

―Si es innecesario, lógicamente está más que bien. ―El hombre de la cinta dorada dijo con indiferencia: ―Una vez que se ha decidido interpretar la obra del maestro, es necesario hacerlo con un escenario completo.

Se incorporó y añadió: ―Yaksha perdió la razón y asesinó a su maestro con sus propias manos, y ésa será la verdad en el futuro. Para el propio Yaksha, no es una excepción.
.

Cuando volví de la cinta a la realidad, no conseguía calmarme y, a medida que pensaba en ello, me sentía cada vez más inquieto.

Gu Zi Qu era clara en su amor y su odio, con un espíritu de dar y recibir, y me agradaba. Qin Qi resultó envenenado por su amante, pero nunca le tuvo rencor y era una persona amable. Incluso Yun Pizhi, al verlo enterrado en la arena amarilla, sentí que después de todo era un pobre hombre...

Sistema Mortal, El Más Letal (Novela)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن