Capítulo 5: "Estar por encima de diez mil personas, eso servirá."

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Por la noche, salí a orinar. No sabía qué hora era, pero aún no había luz afuera. En el camino de vuelta a la habitación, vi una figura de pie en el patio, y como me resultaba bastante familiar, no pude evitar echar un vistazo más de cerca.

Los ojos del Guardia de las Sombras eran inexpresivos, permanecía inmóvil con la cabeza inclinada. Una larga espada fue arrojada al suelo, y la hoja estaba cubierta de grietas.

Le llamé varias veces, pero no me escuchó. Tuve que acercarme a él y darle una palmadita en el hombro.

Fue muy lento en reaccionar, haciendo que su identidad como practicante de artes marciales se avergonzara, y volvió su cabeza hacia atrás, pero me sorprendió: sus ojos estaban irritados, y parecía que estaba a punto de llorar.

—A esta hora del día, ¿por qué no estás durmiendo bien, sino recibiendo el viento frío de aquí?

El Guardia de la Sombra respondió: —Esté subordinado ha sido entrenado desde la infancia, practicando la espada a esta hora todos los días, sin descuido.

Bueno, la conversación de anoche fue en vano, y me molesté un poco: —El médico ordenó que descansaras, no puedes ser imprudente, no practiques más.

—...De hecho, ya no necesito practicar más. —Temblaba mientras se agachaba, tocando la espada, y su tono estaba lleno de dolor: —...En esta vida... nunca podré volver a empuñar una espada...

Su estado de ánimo repentino me asustaba demasiado como para hablar. La gente con la que me llevaba no tenía altibajos emocionales, y nunca había visto a otros ser tan sentimentales. No sabía cómo consolarlo en ese momento, así que me agaché torpemente a su lado y esperé a que terminara de llorar.

Cuando pareció calmarse un poco, alzó la vista y sus ojos aún me intimidaban, oscuros y sombríos: —Esté subordinado ya es inútil, incapaz de proteger al Maestro, le ruego al Maestro que me conceda la muerte.

—¡Eh, de ninguna manera! Si tienes alguna lesión, entonces cuídala bien. Si no tienes las habilidades, entonces practica de nuevo desde el principio, ¿por qué dices estas cosas sin sentido... —Sé que, aunque la gente en esta época esté libre de enfermedades y desastres, inevitablemente envejecerá y morirá, pero en realidad tratan la vida y la muerte como cosas más ordinarias que nosotros. Y sin embargo estas palabras, jamás me atreví a tocarlas: cuanto más tiempo vivimos, más cobardes nos volvemos.

—Esté subordinado no entiende, conservando a un inútil como yo, cuál es el punto... —Empezó a expresar sus quejas de nuevo.

—¡¡Nunca has sido inútil!! Puedes usar palillos, preparar comida, limpiar tu cara... —Hablé sinceramente, alabando todas las cosas una por una, acariciando su espalda y diciendo: —Mi nivel de conocimiento es bastante parecido al de un bebe recién nacido, y hay tantas cosas que tengo que aprender, tienes todo el derecho de ser mi compañero.

Lo consolé durante un largo tiempo, lo persuadí, y lo volví a meter en la cama y lo arropé, y fue hasta entonces que su expresión se volvió un poco más normal. Suspiré suavemente, pensando en su cuerpo gravemente herido cuando lo conocí, sin saber las calamidades por las que había pasado, mientras que yo, una pequeña flor en un invernadero,* todavía necesitaba que me cuidara. No pude evitar sentirme culpable.

*温室里的花: Las flores en el invernadero no son como las flores que crecen naturalmente, no han experimentado el viento y la lluvia, crecieron bajo el cuidado de las personas. Por lo tanto, se refiere a los niños mimados. Es hermoso, delicado y no puede soportar el entorno hostil, pero también significa que el entorno de su crecimiento es demasiado feliz, las condiciones materiales son demasiado superiores, no tiene enemigos naturales o perjudiciales.

Sistema Mortal, El Más Letal (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora