CAPITULO 16

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Christian

Anastasia no me quiere ver y todo es mi maldita culpa.  Preferí maltratarla que hablar y preguntarle directamente lo que estaba pasando.  Eso me hace un gran idiota.

Me quedé en el hospital toda la noche, aunque ella no me quiera ver.  Voy a estar ahí para ella siempre y haré que me perdone, no importa que.  Cuando le dan salida voy a su encuentro y me estremezco al verla.  Lleva su pierna enyesada de arriba abajo y sujeta sus costillas haciendo gestos de mucho dolor, su rostro está moreteado como si la hubieran usado como un saco de boxeo.  No me gusta verla de esa manera y todo por mi desconfianza.

Son muy pocas las personas en las que confío y se me es difícil dejar entrar a alguien de un día para otro.  Aunque sé que Ana es especial para mí, creo que algo dentro de mí aún no creía que ella esté a mi lado sin esperar nada a cambio.  Todas las personas me utilizan como yo las utilizo a ellas.  Es difícil creer que alguien tan hermoso como ella, simplemente me quiera a su lado.

Trato de hablarle, pero me ignora manteniendo la cabeza baja.  Al salir veo una Ford SUV negra esperándola y una mujer de color bastante alta baja del asiento del copiloto para recibirla.  La mirada de cariño que se dan es muy extraña.  Cuando la mujer me ve, me da una leve sonrisa y le da algo a Elliot antes de ayudar a Ana a subir al SUV junto a Kate.  Elliot vuelve conmigo y no me queda otra opción que irme al Escala.

Me bañé y fui a la cocina para que Gail nos prepara algo de comer antes de venir a mi oficina a tratar de trabajar un poco.

⎯Hermano. ⎯Elliot entra llamando mi atención y me entrega un papel⎯. Esto es para ti.

⎯¿Qué es esto?  ¿Quién te lo dio?

⎯La mujer que fue a recoger a las chicas

Leo la nota y es un número de teléfono, marco y contestan al segundo tono.

⎯¿Quién es? ⎯pregunta bruscamente un hombre con voz grave.

⎯Alguien me dio éste número.  Mi nombre es Christian Grey...

⎯¿Señor Grey?...  Joder, ¿ahora donde carajos de metió Sarah? ⎯dice apartando el teléfono, creo⎯. Serás imbécil, Michael.  Dale la dirección...  Sarah quiere verlo ⎯le regaña una voz femenina.

Elliot me pregunta que pasa y me encojo de hombros, ni yo sé que pasa.  Momentos después el sujeto me da una dirección, y me dice que me esperan allí en una hora.

Si la nota la dio quien recogió a Ana, esto debe tratarse de ella.  Así que nos preparamos rápidamente para salir en el auto conducido por Taylor.  Cuando llegamos a una gran casa de color ladrillos y muchas ventanas.  Llamo a la puerta sintiéndome impaciente y abre Kate, quien se lanza a los brazos de Elliot.

⎯¿Por qué no me dijiste dónde estabas? ⎯pregunta mi hermano dándole un beso a su novia.

⎯Lo siento, pero la única persona que puede le desobedecer a Ana y salir bien librado son Sarah y mi hermano.

Eso suena algo extraño.  Como si Ana fuera la líder de un extraño grupo.  Es fuerte, pero es demasiado dulce para hacer algo así.

⎯¿Y quién es Sarah? ⎯pregunto.

Llega la misma mujer de color de antes y nos tiende la mano.

⎯Mucho gusto, mi nombre es Sarah Miller. ⎯Nos da la mano y nos hace pasar a la casa⎯. Hola Taylor

⎯Miller.  Es bueno verte.

¿Éstos de donde se conocen? Después hablaré con Taylor...

La casa es grande y se siente cálida, tiene muchos colores para mi gusto, pero se siente muy de Ana.  Ya quiero ver a mi niña.

⎯SARAHHH ⎯se escucha un grito desde el segundo piso.

⎯Es Ana.  Tiene dolor...

⎯¿Y por qué mierda no le dan nada si está sufriendo? ⎯gruño.

⎯Al parecer usted no conoce del problema de alcohol de Anastasia, señor Grey.

⎯¿Problema de alcohol?

⎯Acompáñeme, por favor. ⎯Me lleva al estudio y me indica que me siente⎯. Ana tiene pesadillas desde siempre y la manera que encontró para callarlas fue con el alcohol.  Tratamos de ayudarla, pero era peor verla sufrir y llorar cada noche. ⎯Toma un aire antes de seguir⎯. No le quiero dar las pastillas para el dolor, porque no quiero que pase lo mismo que con el alcohol.  Además, también es bueno que sienta algo de dolor, así pensará dos veces antes de hacer alguna estupidez como la de ayer.

Alguien toca a la puerta sacándome de mi estupefacción.  Se me es muy difícil asimilar las palabras de esta mujer.  Ana parece tan normal.  Nunca hubiera imaginado que tiene ese tipo de problemas.

⎯Sarah.  Ana no deja de gritar.  Dijo que si no le das algo para el dolor bajará ella misma ⎯dice una niña que se parece a Sarah y parece divertida con la situación⎯. Buenas tardes, señor Grey.  Con permiso.

⎯¿Me acompaña, señor Grey?

Me levanto sin dudar y subimos al segundo piso, hacia donde se escuchan, cada vez más fuerte, los gritos de mi niña.

⎯Hola hermanita...  Tienes visita ⎯dice Sarah de manera jocosa.

Cuando Ana me ve, su expresión de dolor cambia a la ira.

⎯¿QUÉ MIERDA HACES EN MI CASA? ⎯grita.

⎯He venido a verte.  ¿O es que no puedes recibir la visita que tu hermano favorito?

Sonrío y Sarah se va riendo y dejándonos solos

⎯Eres un maldito idiota, Grey.  Vete de mi casa, ahora.

Se da la vuelta ignorándome y bufo antes de entrar.

⎯Por favor escúchame y si después de todo, sigues queriendo que me vaya, lo haré.  Lo prometo. 

La abrazo por la espalda y ella recuesta su cabeza a mi pecho, pareciendo rendida.

⎯¿Por qué me hiciste eso Christian? ⎯escucho cómo se le quiebra la voz y eso me lastima.

⎯Te escuché hablar por teléfono en casa de nuestros padres, decías que ibas a dejar a alguien en la calle y luego mencionaste mi nombre ⎯digo pareciendo un idiota enterrando mi cara en su cabello.

⎯¿De verdad me crees capaz de hacer algo así, Christian?  ¿Y sobre todo a ti? 

⎯Por eso estoy aquí.  Necesito que me perdones, debí confiar en ti.  Y por mi culpa estás así... 

Beso la parte posterior de su cabeza y se gira para mirarme.

Mi niña hermosa me abraza y empieza a llorar mientras la abrazo teniendo cuidado de no lastimarla.

⎯Perdóname, nena.  Te necesito.  No puedo estar sin ti.

Levanta la mirada y me da un beso, que pasa de tierno a necesitado.

⎯Yo también te necesito, Christian... Hazme el amor ⎯murmura entre besos.

⎯Ana... No. ⎯La separo de mí⎯. Estas maltratada, cariño.

Grita fuerte jalándose el cabello preocupándome.  Se calma cuando la llamo y me mira.

⎯Lo siento.  Es que me siento frustrada. ⎯La abrazo cuando se queja y todos sus amigos aparecen en el umbral de la puerta⎯. ¿Ustedes que hacen aquí?...  Si no me traen algo para el dolor, se largan de mi casa.

Todos ríen y se van.

⎯Tienes buenos amigos.

⎯Si claro. ⎯Suspira y hace un duro gesto de dolor⎯. Sé que no me dan las pastillas porque creen que voy pasar de una adicción a otra...  Pero yo no soy alcohólica.

⎯Tengo un amigo que es psiquiatra...

⎯Y ahora estoy loca.

Se separa bastante molesta y trato de no reír.

⎯Joder, Anastasia.  Déjame hablar. ⎯Se encoje de hombros y gruño.  Ésta mujer puede volverme loco a mí⎯. Flyn puede decir si puedes tomar pastillas y estoy seguro de que tus amigos se sentirán más tranquilos. ⎯Me mira y me abraza con una enorme sonrisa...  Está muy consentida⎯. Dime nena.  Sólo quiero ayudarte.

⎯Está bien, pero quiero dormir primero.

Me levanto y me quito los zapatos junto a la americana para acostarme con ella.  La atraigo y pone su cabeza en mi pecho, acaricio su cabello hasta que se duerme y yo beso su cabeza sintiéndome en casa.


Llamo a Flyn para que venga a ver a Ana, necesito conocer las condiciones en que se encuentra mi niña.  Le envío un mensaje a Taylor para que esté pendiente de la llegada de Flyn y para que informe a la señorita Miller.

Finalmente, puedo disfrutar del tacto de mi Ana, no pienso dejar que se vuelva a ir de mi lado, ella me quiere, a pesar de no merecer su amor, soy demasiado egoísta como para mantenerla lejos de mí.

Mi "Hermana" AnastasiaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora