CAPÍTULO 34

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Christian

Todo ya está listo para salir en busca del tal Adam. Sarah y su equipo se encargarán de rodear las dos casas de Adam, el contacto del padre de Ana ha sido muy efectivo y nos ha ayudado incluso con información sobre los hombres que trabajan para él. Gracias a él, sabemos que ese sujeto personalmente, está vigilando el Escala desde hace varios días porque está seguro de que Ana está aquí. Además de que ha visto a Sarah y a los otros chicos entrando y saliendo. Pero no se arriesga a entrar por la dificultad para salir.

Ahí es donde entra el equipo que ha conformado Taylor, él llevará a Susana hasta Grey Publishing, con gafas oscuras para ocultar los ojos cafés de ésta, tal como los había usado Ana antes de regresar a casa. Solo la acompañarán dos guardaespaldas, mas cuatro de incógnitos como antes, de los que tampoco Adam tiene conocimiento.

Confío en las habilidades de Taylor y Sarah. Si todo sale bien, estaremos libres de problemas y podremos tener una vida tranquila, sin tener que escondernos porque nos quieren hacer daño. Aunque aparezcan peligros más adelante, estaremos juntos y los resolveremos como lo hemos hecho hasta ahora.

Taylor y Sarah hablan de cómo se coordinarán y de cómo asegurarse de que Adam siga a Taylor y a Susana.

La pobre chica está asustada, pero le hemos asegurado que todo estará bien, además de que le he consignado una buena suma de dinero y un tiquete aéreo para que se largue del país inmediatamente. Después de lo que ha hecho ayudando a Elena, la quiero lejos de mi mujer.

—Estoy lista —grita Ana cuando llega a nuestro lado.

—¿Lista para qué? —pregunta una muy seria Sarah sin prestarle atención.

—Para ir a la súper misión —chilla mi chica de vuelta como si fuera lo más obvio.

—Tú no vas —inquiero—. Es peligroso. Déjale eso a los que saben.

—Eso no es justo. Me sé defender, sé pelear y sé usar un arma. ¿Por qué no puedo ir? —grita airada.

—Se supone que toda esta mierda es para protegerte —le gruño—. Y tú solo quieres ponerte en peligro. Piensa, Anastasia, ¡joder!. Deja de comportarte como una maldita niña.

—No me grites. Tú no me mandas.

Se va hacia el ascensor haciendo una escena típica de ella.

Ruedo los ojos y voy tras ella para evitar que haga una estupidez. Realmente no mide las consecuencias de sus actos. La alcanzo cuando está esperando el ascensor con sus brazos cruzados, pero que no crea que la voy a dejar ir para que se ponga en peligro de esa manera. No sólo está en juego su vida, también lo está nuestra familia.

—Regresa —le ordeno.

—No.

Su seriedad solo me causa gracia.

—No me obligues a hacerlo por ti. Regresa, ¡AHORA!

—No te tengo miedo.

Sonrío. Me acerco e intenta golpearme, pero agarro su brazo a tiempo y la jalo hacia a mí levantándola sobre mi hombro. Los chicos nos miran divertidos mientras golpea mi espalda y grita sin cesar.

Necesito llevarla a un lugar del que no pueda escapar, el único lugar que se me ocurre es... El cuarto de juegos.

Susana viene saliendo mientras llego al segundo piso y sonríe divertida.

—Quita esa estúpida sonrisa de puta o yo misma me encargo de borrártela —le gruñe Ana y ésta cambia inmediatamente. Río y golpea mi espalda—. Tú también cállate.

Mi "Hermana" AnastasiaWhere stories live. Discover now