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-Hola, lo siento, llegué tarde. Me dejé llevar haciendo... cosas...- Metí las manos en los bolsillos traseros después de darles un abrazo a todos. Maddy me sonrió.
-Rue, no te ves muy bien, ¿estás bien?- pregunté preocupada.
-Estoy bien, creo que tengo un resfriado y estoy cansada- Ella responde nerviosa, sentándose en las escaleras.
-Bueno, no me enfermes, tengo un sistema inmunológico comprometido-. Suze se apartó de Rue. Me froté la nuca con torpeza y miré a Lexi.
-¿Ustedes tienen agua?-" Ella me sonrió suavemente y asintió.
-Uh, sí, están en la nevera-. Señaló hacia la cocina y me fui, dejando a todos charlando en paz. Cogí agua de la nevera y la abrí, tomando un sorbo.
Me senté allí escuchando a Rue y Suze tener una conversación, tomando sorbos ocasionales del agua fría para ayudar a mi boca seca. Finalmente, Rue fue al baño.
Cuando salí de la cocina me encontré con Leslie que ya me estaba mirando. -¿Dónde está Rue?- Les preguntó a todos, principalmente mirándome a mí.
-Uhh... en el baño-. Respondí torpemente, sentándome en el sofá vacío detrás de Maddy.
Esperamos a que volviera. Estaba realmente asustada, mis manos temblaban. Leslie parecía conmocionada mientras esperaba que su hija regresara a la habitación.
Cuando lo hizo, Rue la miró y puso los ojos en blanco. -Ah, joder. Nunca terminará-. Se sentó en los escalones. La miramos preocupados.
-Esto no puede hacerte sentir bien, Rue. Vivir así-, respondió Leslie, jugueteando un poco con sus dedos mientras miraba a Rue. -Mentirle a la gente que amas. Ser mala con la gente que amas. Esto no puede hacerte sentir bien contigo misma.- Ella continuó.
-No me importa. Sólo déjame en paz, por favor-. Rue exhaló, con la esperanza de que Leslie escuchara... cosa que no hizo.
-Sé que estás sufriendo-.
-No tienes ni puta idea, mamá-. La voz de Rue era temblorosa y sonaba como si estuviera al borde de las lágrimas. Me sentí mal por ella, pero la forma en que le hablaba a su madre era innecesaria y grosera. Tuvo suerte incluso de tener una madre que no estaba al borde de la muerte.
-Volvamos al auto y déjame llevarte al hospital-.
Rue suspiró de dolor. -No puedo limpiarme. No puedo hacer esa mierda para siempre-. Ella habló, sosteniendo su costado mientras apoyaba su espalda contra la pared, echando la cabeza ligeramente hacia atrás y descansándola allí por una fracción de segundo.
-No tienes que hacerlo-. Cassie habló amablemente.
-Solo... tómalo un día a la vez-. Ella sonrió y miró a Suze, quien asintió y susurró un acuerdo. Luego miró a todos a su alrededor, todos asentimos lentamente a Cassie, excepto yo. Golpeé suavemente mi botella de agua, mirando a Rue con preocupación.
