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A L A N
Escuché como tocaban varias veces la puerta de mi departamento e irritado me levanté.
—Ya voy ya voy, ¿Cuál es la prisa?...Demonios espera.—levante la voz.
Llegue a la puerta y al abrir me tope a Derek, el mejor amigo de Tom.
—¿Derek?—frunci el ceño.
Era raro que él estuviera aquí, nunca había cruzado más que un par de palabras con él y eso era cuando Tom estaba presente.
—Necesitamos hacer algo.—hablo mientras entraba a mi departamento.
—Claro, pasa.—murmuré cerrando la puerta.
Me giré y lo vi caminando en círculos en la sala.
—¿Estás bien?
—Tenemos que hacer algo por Tom, parece que se está pudriendo.
—¿De qué hablas?
—Tenemos que hacer que vuelva con Diane.—hablo obvio.
—Si bueno...—hice una mueca—Pides mucho.
—Alan, es que tu no entiendes.—me miró agrandando los ojos—Tom está que se pudre.—repitió.
—Sé que Tom no está perfecto estos días pero...
—Rick le está metiendo cosas en la cabeza, no tengo dudas de eso.
—¿Rick?—fruncí el ceño—¿Su abogado?
—Ese mismo—asintió.
—¿Ideas de que?
—Rick le dijo a Tom que Diane estaba con Horan en México.
—¿Niall Horan?—tarareo afirmando—¿Que hacía con él?
—Era mentira.—contestó obvio—No tiene días con él, el cabrón llegó ayer o antier a invitarla a salir lo más seguro y Rick le dijo a Tom que él se estaba quedando con ella y que andaban muy juntos.
—¿Y luego?
—El otro imbécil le dijo cazafortunas a Diane.
—Valiendo...
—Si.—asintió—Entonces.—aplaudió una vez—Tengo un plan.
—¿De acuerdo?—me dejé caer en el sillón y se sentó a mi lado.
—Ellos aun se aman, se que lo que Tom hizo estuvo mal.—asintió divagando—Pero aun se aman, Diane lo ama, él la ama y tienen que estar juntos.
