𝐁𝐢𝐫𝐭𝐡𝐝𝐚𝐲 𝐛𝐨𝐲

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—De acuerdo todos sonrían por favor

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—De acuerdo todos sonrían por favor.—apuntó con la cámara hacia los niños—Maya por favor sonríe.

—No quiero estar aquí.—rodó los ojos.

—Una foto Maya es mi cump-eañios.—sonrió Cameron.

—No me quita el sueño que lo sea.

—Entonces salte de la foto.—Andrew bufo.

—A ti nadie te ha hablado fotocopia.

—No lo molestes.—preguntó Isabella.

—¡Bueno basta!—Tom levantó la voz—Si no quieres salir adelante Maya, en la foto todos tienen que sonreír.—Maya bufo y se alejó sentándose lejos de todos—¡Digan tequila!

—¡Tequila!—gritaron al unísono y el flash de la cámara salió.

Una vez que Tom bajó su cámara me acerqué a ellos y prendí la vela, cantamos al unísono la canción de cumpleaños y Cameron junto sus pequeñas manitas.

—¡Pide un deseo champ!

—¡Otro hermanito!—celebró levantando ambas manos.

—No, no no.—contestamos Tom y yo al unísono al ver que apagó la vela.

—¡Pastel!—Cameron con ambas manos tomó el pastel y comenzó a comerlo antes de aventarlo a sus hermanos.

Entre ellos comenzaron a jugar hasta que Andrew aventó un pedazo y cayó justo en la cara de Tom haciendo que todos riéramos.

—Parecen orangutanes.—Maya bufo entrando a la casa haciendo que los niños se vieran entre ellos confundidos.

—No le hagan caso a su hermana.—contestó Tom mirándome, me encogí de hombros haciendo una mueca y preferí seguir con los niños, Maya no le iba a arruinar el día a mis hijos.

Como pueden ver, las cosas aunque ya habían pasado dos años no habían mejorado, claro que comenzó a ir con otra psicóloga lo cual no funciono dándonos la única opción de doparla, cosa que por supuesto no estaba en mis planes y menos en los de Tom.

Maya ahora a sus trece años no se preocupaba por otra cosa que no fuera ella, no le importaba lo que pasaba alrededor y entre menos supiera de sus hermanos mejor para ella.

Los gemelos a sus siete años y Cameron a sus ahora cinco años eran muy unidos, les encantaba jugar juntos aunque de vez en cuando nos llevábamos un par de berrinches porque no querían jugar a la hora del té con Isabella.

—Ven bebé.—cargue a Cameron y pasó su cara por mi mejilla manchándome de betún azul—Feliz cumpleaños príncipe.

—¡Mami ya tengo así! .—levantó sus cinco dedos—Ya soy un niño grande y ya no le tengo miedo a nada.—sonrió mostrándome sus dientes manchados de betún.

𝐇𝐞| 𝐓𝐨𝐦 𝐅𝐞𝐥𝐭𝐨𝐧✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora