𝐍𝐞𝐰𝐥𝐲 𝐛𝐨𝐫𝐧

1.5K 142 17
                                    

Sara ayudó a enderezarme una vez más y cuando ambas de mis pantunflas estaban en mis pies me miró preocupada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sara ayudó a enderezarme una vez más y cuando ambas de mis pantunflas estaban en mis pies me miró preocupada.

—No contesta el señor Felton señora, ¿Quiere que le hable a alguien más?

—No, no, no.—jadee—Toma la maleta blanca que está en el vestidor y bajala, por favor.—asintió y corrió hacia este.

Tomé mi teléfono y comencé a marcar una vez más, sono y sono y luego escuche algo vibrar, jadee molesta al verlo entre las sábanas, siempre olvidaba su maldito teléfono donde fuera.

Suspiré tomando aire profundamente y con cuidado me levanté, Sara corrió a mi lado tomando mi antebrazo para caminar hacia las escaleras y al bajar el primer escalón una contracción llegó logrando que me encorvara tomándome del barandal.

—¿Te gusta más ese que de chocolate?—escuché que cerraron la puerta.

—Si papi.

—¡Tom!—grite.

—¿Qué pasa?—se asomo por las escaleras—¿Amor que..

—Ven.—estire mi mano—Me duele, me duele mucho.—solloce.

—Dios mío.—agrandó sus ojos, ambos vasos de nieve cayeron al piso y subió corriendo—¿Que paso?. Cuándo me fui estabas dormida.

—No se.—me tomo de la cintura y me recargue en su hombro—Ya es hora

—Pero tienes ocho meses.—me miró preocupado.

—Eso a ellos.—apunte mi estómago—No les interesa, ayúdame a bajar.—asintió.

Con ambas de sus manos en las mías comenzó a bajar las escaleras hacia atrás ayudándome lentamente a bajarlas, una vez en la planta baja, Sara bajó corriendo hacia el auto colocando la maleta en este.

—¿Diane morirá?—preguntó Maya agrandando sus ojos mirándonos muy confundida.

—No.—Tom jadeo—Sara, cuida a Maya, llama a mis padres para que vengan por ella.—miró a Maya—Irás con tus abuelitos unos días, ¿Está bien?

—¿Ya van a nacer?—nos miró aún más preocupada.

—Si,—sollocé recangandome en Tom—Tom...

—Ya nos vamos.—miro a Sara—Por favor.

—No se preocupe señor Felton haré todo lo que me pidió.—asintió frenéticamente.

Lentamente caminamos al auto, me ayudó a subirme y comenzó a conducir, puso su mano libre en la mía.

—Inhala, exhala, inhala, exhala.—respiraba de tal manera que los hoyuelos de su nariz se agrandaban y expulsaba el aire por la boca.

—¿Estas bien?—fruncí el ceño.

—¡Repítelo conmigo!

—No necesito Inhalar y exhalar, necesito que me saquen estos dos bebés.— otra contracción vino provocando que me encorvara en mi asiento.

𝐇𝐞| 𝐓𝐨𝐦 𝐅𝐞𝐥𝐭𝐨𝐧✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora