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Desperté y mire el reloj "7:50 a.m." se escuchaba la regadera como de costumbre en las mañanas, me levanté abriendo las cortinas junto con las ventanas, me quedé mirando un momento el jardín de abajo hasta que escuche la puerta haciendo que girara.
—Hola bonita.—se acercó y al intentar darme un beso lo alejé colocando mi mano en su pecho.
—Apestas.—hice una mueca.
—¿Apesto?—levantó su brazo y olió—No apesto, me acabo de bañar.
—Tu aroma.—hice una mueca antes de tapar mi boca y dar una arcada—No puedo.—negué y corrí hacia al baño.
En cuando mis piernas tocaron el piso y acerqué mi cara al inodoro sentí toda la bilis salir por mi boca.
—Dios, Diane. ¿Qué pasa?—escuche cómo entró tras de mí tomando mi cabello.
Por alguna razón no podía controlarlo y aunque llegó ese momento donde no había nada más que vomitar, las arcadas volvían y terminaba ahogándome yo misma.
—Trata de respirar por la nariz.—sobo mi espalda—Así, tranquila, lento.
Me extendió un trozo de papel con el cual sone mi nariz, me senté sobre mis piernas y lo mire, algo hizo click en ambos y abrimos la boca al mismo tiempo.
—Cariño.—murmuró.
—¿Amor?—agrande mis ojos.
—¿Puede...
—No se.—solté una risita nerviosa antes de tener otra arcada provocando que riera.
—¿Quieres que vaya a comprar una...
—No.—dije dando un arcada— Puede ser cualquier cosa.—me levante con su ayuda y moje mi cara mientras me lavaba los dientes.
—Vomitaste al olerme, si no quieres que me ofenda iré por una.
—Tom.—escupi la pasta de dientes y lo vi en el reflejo del espejo—No quiero ilusionarme demasiado rápido.
—Lo sé pero...
—Me hice una hace un par de semanas, salió negativo, no tiene caso.—negué.
Limpie mi cara una vez más y salí del baño sin mirarlo, tomó mi brazo y me giro.
—No seas tan negativa.
—No es algo que importe, quizá la cena me cayó mal, quizá solo es un día sensible, hace un par de semanas tuve mi periodo y...—abrí mi boca—¿Qué día es hoy?
—¿Quince?—frunció el ceño—Si, hoy es quince.—tape mi boca.
Tenía una semana de retraso.
—No importa.—negué.
—Vamos a que te hagan una de sangre, al ginecólogo.
—Solo fue algo sin importancia. Además en mañana tengo mi siguiente dosis de hormonas así que le preguntaremos al doctor, para que estés más tranquilo.
