¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
– Chaeyoung, detente... – murmuró la mayor separándose un poco de la coreana – Por favor, para.
– ¿P-Por qué? – preguntó un tanto desorientada.
– Porque me confunde – soltó y mordió su labio nerviosismo.
– ¿Qué cosa?
– Tú – fue sincera – Un día me tratas como la mierda, celebrando que pronto te vas a divorciar de mí y al otro, me celas y me besas, no te entiendo – la miró – ¿Qué es lo que intentas?
– Sólo actúe por impulso – desvió la mirada – No puedo entender mis sentimientos en este momento, sólo... Yo no lo sé.
– ¿Impulso? – alzó una ceja – Chaeng, las cosas no funcionan así – alejó sus manos y tan pronto como pudo, se movió lejos de ella, terminando por completo el contacto cercano – No puedes actuar solamente por impulsos.
– ¿Y cómo se supone que descubriré lo que siento? – interrogó un poco molesta por el rechazo de la más alta.
– Pues siendo sincera contigo misma, quizás también puedes hablarlo con otra persona, pedir un consejo, no lo sé – objetó – Pero no puedes simplemente venir y hacer todo por un "impulso" sólo porque no estás segura de lo que sientes.
– Es la única manera que encuentro para poder aclararme – comentó y Mina la miró con incredulidad – ¿No es la misma gente la que dice que para entender se debe experimentar?
– Sí, pero también tienes que tomar en cuenta los sentimientos de los demás – apuntó y la menor calló, la pelinegra tenía un punto – ¿Te has preguntado acaso lo que yo siento?
– ¿No sería más sencillo si me lo dijeras? – la increpó.
– ¿Decirte qué? ¿Qué estoy enamorada de ti? Sí, lo estoy – asintió – Pero eso no te da el derecho de usarme como uno de tus experimentos.
– ¡Entonces no sé qué es lo que quieres! – alzó la voz.
– ¡Quiero que hagas las cosas porque quieres hacerlas! ¡No que me utilices como tu segunda opción!
– Oh...
– No estás haciendo las cosas bien, Chaeyoung – la apuntó con un dedo.
– ¿Y cómo sabes tú que no quería besarte? – atacó, el orgullo que poseía Chaeyoung a veces era más grande que su razonamiento.
– No querías hacerlo – aseguró – Sólo estabas alimentando tu ego luego de verme con otra persona – contraatacó – Tienes a Tzuyu, tu novia y me tienes a mí, sabes muy bien que ambas vamos a estar para ti, pero déjame decirte algo... – dió un paso hacia ella – No siempre nos vas a tener.
– ¿Eso qué significa?
– Significa que mientras no sepas lo que quieres, no mereces a Tzuyu – la miró a los ojos – Y tampoco me mereces a mí – giró sobre sus talones dispuesta a irse a su habitación.
– ¿No es lo mismo que estás haciendo tú? – soltó y Mina se frenó – ¿No estás dejando a Nayeon como segunda opción sólo porque yo no te he correspondido? Te contradices.
– En eso te estás equivocado, yo no estoy jugando con los sentimientos de nadie – apretó los puños – Nayeon sabe lo que siento porque fui sincera desde un principio y ella lo aceptó, me hizo saber su posición con todo esto, porque a diferencia de ti, a mí sí me importan los sentimientos ajenos – dió aquel golpe sin mirarla – Yo no actúo por instinto.
– Mina...
– Es mejor que llames a tu novia, debe estar preocupada – murmuró y sin más, se encerró en su habitación dejando a una Chaeyoung mucho más confundida de lo que ya estaba.
La menor soltó un bufido de frustración y sacó su celular, mirando en su pantalla la llamada perdida de Tzuyu. Lo pensó un momento y decidió llamar de vuelta, Mina en cierta parte tenía razón.
– ¿Hola?
– Tzu, lo siento por no contestarte – habló rápidamente – Estaba ocupada.
– ¿Ocupada con qué?
– Yo... – no podía ser completamente honesta, no podía simplemente decir que estaba besando a otra persona – Me estaba duchando – mintió, realmente no podía hacerle daño a Tzuyu.
– ¿A estas horas? – preguntó un poco extrañada – Supongo que está bien, ¿cómo van las cosas por allá?
– Eh... – miró hacia la puerta de Mina y soltó un suspiro – Bien, van bien.
– Chae, amor, te oyes rara – le dijo Tzuyu y la coreana se tensó – ¿Pasó algo?
– Estoy cansada – se excusó – Hoy caminé mucho y sólo quiero acostarme, ¿hablamos mañana?
– Oh, de acuerdo – la escuchó decir – Ten una linda noche, te amo.
– Hasta luego – dijo y cortó la llamada.
Mordió su labio y decidió que era momento de dejar todo a un lado e irse a la cama, tenía la leve corazonada de que el siguiente día sería un poco ajetreado. Caminó hasta su habitación pero antes de llegar a ella, se detuvo en la puerta de la japonesa y puso la palma de su mano en la madera fría.
– Buenas noches, Minari – dijo y finalmente se fue a su cuarto.
Por otro lado, Mina se volteó en su cama y miró el techo, sintiendo como su corazón se apretaba en su pecho. Sintió sus ojos picar y un sentimiento de angustia la invadió. Pero habían dos cosas que le habían llamado la atención...
Primero, Chaeyoung por primera vez la había llamado Minari y aquello se sintió agridulce. Y segundo, la coreana...
No le dijo "Te amo" a Tzuyu.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.