Trece

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– ¿Ya estás lista? – preguntó Mina entrando a la habitación de Chaeyoung

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– ¿Ya estás lista? – preguntó Mina entrando a la habitación de Chaeyoung.

– Sí – asintió cerrando su maleta – ¿Me dirás exactamente dónde iremos?

– Eres demasiado impaciente a veces – sonrió – Y no, porque es una sorpresa, así que deja de preguntar y vámonos.

– ¿Sana y Momo saben de esto? – interrogó cogiendo todas las cosas necesarias para el viaje.

– Si crees que ellas te darán información sobre nuestro destino, te aviso desde ya que será una pérdida de tiempo – apuntó tomando su maleta – Ellas tampoco saben dónde iremos.

– Tienes todo fríamente calculado, ¿no es así? – giró los ojos al ver el asentimiento de la mayor.

– Soy empresaria después de todo – se burló sonriendo divertida – Y relájate, te vas a divertir – dijo abriendo la puerta – Las damas primero.

– Sí, como sea – salió de la habitación de hotel junto a la japonesa, que sólo reía a sus espaldas.

Ambas subieron al ascensor y Chaeyoung frunció el ceño al ver a Mina apretar el botón que daba al subterráneo, aquello sólo indicaba que se dirigían a los estacionamientos del hotel.

– ¿Rentaste un auto? – interrogó.

– Yep, sinceramente extraño conducir – comentó – Aunque me arrepiento un poco, rentar autos aquí salió bastante caro, pero vale la pena.

– ¿No era mejor comprar pasajes de avión o bus?

– Me es más cómodo un auto – aseguró y el timbre del ascensor sonó.

Las puertas se abrieron y Mina fue la primera en salir del cubículo de metal, guiando a la menor por el estacionamiento hasta llegar a un Mercedes Benz de color negro, bastante lindo y elegante, muy al estilo Myoui.

– Pensé que serías un poco más humilde – bromeó Chaeyoung entregándole la maleta a la pelinegra.

– ¿Qué dices? Esto es un pedazo de chatarra – siguió el juego.

Chaeyoung rió y subió al asiento de copiloto mientras la japonesa se encargaba de dejar las maletas en el maletero. Momentos después, subió al volante y encendió el auto.

– Ponte el cinturón – ordenó antes de moverse.

– ¿Es necesario?

– ¿Quieres morir?

– Esa pregunta me hace cuestionar tus habilidades de manejo – murmuró haciendo caso.

– Sólo es prevención – se encogió de hombros, poniéndose en marcha.

Mina condujo por el estacionamiento en dirección a la salida del hotel y se puso un auricular en el oído izquierdo, llamando la atención de la coreana.

FAKE WIFE || MiChaeng Where stories live. Discover now