¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
– No te concedo el divorcio, Myoui Mina – rompió la hoja de papel en dos – Porque es a ti a quien quiero.
La japonesa se quedó callada al escuchar esa declaración, por dentro se sentía como una niña emocionada, pero no iba a mostrarlo, no ahora, no iba a ser tan fácil. Esbozó una sonrisa y soltó una burlona, causando que Chaeyoung la mirara con duda.
– ¿De qué te ríes? – cuestionó.
– De ti – se encogió de hombros – Sabes que tengo más copias de ese documento que acabas de romper, ¿verdad?
– Bueno, seguiré rompiéndolos – contraatacó y la mayor rió en alto, negando con la cabeza.
– Escucha, Chaeng – suspiró después de unos segundos – El hecho de que me hayas negado el divorcio y me hayas dicho que me quieres no cambia absolutamente nada entre nosotras.
– Tienes que estar bromeando – se quejó – Te acabo de admitir mis sentimientos, ¿no era eso lo que querías?
– ¿Entonces lo dijiste sólo para contentarme? No necesito tu lástima – jugó un poco, sabía que la menor había sido sincera, pero molestarla era divertido.
– ¡Por supuesto que no lo dije por eso! – chilló, negando con la cabeza dramáticamente – Yo... De verdad te quiero, es solo que esperaba una reacción diferente de tu parte.
– ¿Esperabas que corriera a tus brazos llorando de felicidad, te besara y luego bailáramos un vals mega romántico a la orilla de la playa? – preguntó y Chaeyoung rodó los ojos – Te recuerdo que sigues teniendo una novia, la cual está aquí en Inglaterra, esperando en el hotel en el que nos estamos hospedando.
– ¿Y eso qué tiene que ver?
– Ni creas que seré tu segunda opción – aseguró – Si piensas que todo va a seguir normal entre nosotras, con un grado de romanticismo y contacto más íntimo, y a la vez, voy a seguir soportando que estés en una relación amorosa con otra persona, pues te aviso desde ya que puedes irte a sembrar semillas en la punta del cerro más alto de la verga.
– Woah, ese ha sido el insulto más creativo y vulgar que ha salido de tu boca – comentó – Pensé que estabas acostumbrada.
– No seas cínica, ¿quieres? El hecho de que esté enamorada de ti y me hayas confesado que me quieres, no significa que toleraré que sigas con Tzuyu como si nada – puntualizó – Eso sería egoísta y muy maldito de tu parte, estarías jugando a dos bandos.
– Pero yo...
– Y no voy a aceptar una relación poliamorosa – interrumpió.
– ¡No iba a pedirte eso! – Chaeyoung negó – Realmente no sé cómo enfrentarme a Tzuyu ahora.
– ¿No sabes o no quieres? – Mina soltó la pregunta y la coreana lo procesó por unos segundos – ¿Quieres estar conmigo?
– No quiero lastimar a Tzuyu – evadió la pregunta, a pesar de que la respuesta era un rotundo sí.
Pero una de las cosas que hemos aprendido a lo largo de esta historia, es que Chaeyoung es una indecisa de mierda y nunca dice las cosas que debe decir.
– Entonces no hay nada más que hacer o decir – se encogió de hombros – Mientras no sepas lo que realmente quieres, todo seguirá igual.
– ¿Crees que es fácil simplemente ir y terminar con Tzuyu diciéndole en la cara que ya no siento lo mismo por ella?
– La verdad duele – dijo con simpleza – Es hora de que hagas lo correcto y no pienses que yo te ayudaré en eso, yo simplemente seguiré con mi vida hasta que decidas qué hacer, pero te aviso que tu tiempo es limitado.
– ¿Qué quieres decir?
– Quiero decir que ahora es tu turno de conquistarme – sonrió con un toque de a malicia – Luché por ti, sufrí como nunca sufrí por alguien y ahora las cosas no serán fáciles para ti.
– ¿Estás hablando en serio?
– Muy en serio – sentenció – Quiero que luches por mí, que me demuestres que vale la pena seguir esperando por ti, de lo contrario, comenzaré a olvidarte.
– ¿Esa es una amenaza?
– Es más bien una advertencia – corrigió – No juegues conmigo y aunque Tzuyu no sea santa de mi devoción, tampoco merece que juegues con ella.
– No es mi intención dañarlas...
– Entonces empieza a poner de tu parte y trata de aclarar tu mente y corazón – sonrió amablemente – No te estoy obligando a escoger entre ambas, si quieres puedes estar sola, pero no esperes que yo y Tzuyu nos peleemos por ti, es hora de que tú seas la que se esfuerce en esto.
– Me da miedo que sea demasiado tarde cuando logre aclararme – murmuró.
Mina mordió su labio y se acercó, tomando el rostro de su menor con ambas manos. Se miraron por unos segundos, con sus corazones alborotados y ojos brillantes.
– El que arriesga, no gana – aconsejó – Estás a tiempo aún, sólo necesitas ser honesta, tanto con nosotras como contigo misma.
– Está bien – aceptó – Lo haré, pero primero quiero pedirte algo.
– ¿Qué cosa?
– ¿Podrías besarme? – casi suplicó.
El corazón de Mina dio un vuelco en su pecho, era la primera vez que Chaeyoung le pedía un beso, estando solas, sin tener que aparentar frente a nadie más y eso la hacía sumamente feliz. Pero como se dijo anteriormente, no iba a ser fácil para la coreana.
La mayor acortó distancia y juntó sus labios con los de Chaeyoung en un beso corto para luego separarse y darle la espalda, tomando las maletas para comenzar a caminar hacia la cabaña.
– Muévete, debemos instalarnos aún – dijo en tono de burla sin mirara atrás.
La coreana abrió los ojos sintiéndose insatisfecha y un tanto molesta. Tal parecía que Mina iba en serio con eso de ponerle las cosas difíciles, pero a las finales...
– Supongo que me lo merezco – suspiró y comenzó a caminar detrás de su esposa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.