la leyenda en el tiempo

1.El comienzo de todo

Pues bien...aquí me veo otro día más. Me levanto temprano, llevo a mi pequeño hijo Jacob de 3 añitos al cole y vuelvo a mi casa. Friego, hago la comida y espero para volver a ir a por mi pequeño y a que mi marido vuelva...comemos vuelvo a fregar y me siento a ver la televisión hasta que llega la noche, entonces hago la cena...
Así pasa mi tiempo día tras día...sin ningún tipo de cambio...

Y me pongo a pensar que yo de joven era una muchacha muy activa, con ganas de comerse el mundo. Alguien a quien nadie podía domar,un caballo salvaje que iba sin rumbo por cualquier sitio... Hacía gentes donde fuera y todo el mundo me consideraba un alma libre. Y aunque no soy una muchacha muy delgada y esbelta siempre he sido llamativa.

Soy una morena de 1'74 de altura...de ojos muy grandes y pestañas largas, labios carnosos y mi piel es de un canela con destellos dorados bastante bonita.
Si es verdad que estoy un poco metidita en carnes, pero esque la comida está tan buena... Jejeje bueno dejemos ese tema.

El caso es que con mi físico siempre he tenido pretendientes preciosos y bellos, pero todas sabemos lo que pasa con ese tipo de caballeros...que muy bien hasta que ven a otra más bella...
Por eso llegó un momento en que decidí que no volvería a enamorarme...pero nada más lejos de la realidad. A los dos años de estar soltera lo conocí a el.

Un muchacho que quizás no era el más bonito del mundo, además de que estaba gordito...pero tenía unos ojos verdes como un cristal..que cambiaban su color a turquesa en algunos momentos y que hacían que te sumergieras en un mar de sentimientos al mirarlo....una sonrisa perfecta...y está loco y ciegamente enamorado de mi...pues bien ahí empezó mi relación con mi actual esposo Juan. Es un buen hombre, y tenemos los dos la misma edad, 27 años. Pero es taaaaannn aburrido. Sólo sale con sus amigos o solo. Y cuando salimos siempre me lleva a los mismos lugares y siempre hacemos las mismas cosas...arrrggg me achicharra el pensamiento.

No siempre fue así...al principio era atento, alegre, aventurero, pero con el tiempo simplemente se volvió monótono, viejil y aburrido.
A los 3 años de estar juntos nació mi bendición..el niño de mis ojos, mi tesoro mi riqueza...nació mi pequeño hijo Jacob.
No tiene absolutamente nada de su padre..tiene mi cara, mi sentido para la aventura, mis ganas de conocerlo todo y comerse el mundo. Es una mini versión de mi y eso me encanta.

Nosotros vivimos en una casita humilde en un pueblecito pequeño en la ciudad de Granada. Es un pueblecito costero que vive sobre todo de agricultura y pesca. Mi marido trabaja en los invernaderos y yo soy hostelera. Trabajo como camarera, cocinera, fregatina....lo que sea que me haga ganar un buen dinero. Pero últimamente las cosas para los hosteleros está un poco mal, por eso es que me dedico a mi casa y a mi hijo.
Dios...me hace tanta falta trabajar y salir de mi casa...VIVIR UN POCO!! Conocer gente, tener conversaciones interesantes algo!!

Ya que mi marido se las pasa hablando todo, todo el puñetero día de trabajo y de sus amigotes...
Unos de los días que me desperté cansada de todo (como siempre) cambié un poco mi rutina.

Después de dejar al niño en el cole, decidí ir a ver a la que hasta entonces era mi mejor amiga Marina. Una muchacha súper preciosa rubia, de ojos azules, un cuerpo de como si de una diosa hablamos y una sonrisa de ángel.

Aunque luego la conoces y te das cuenta que está loca de remate. Por eso creo que nos llevamos tan bien. Ella después de mucho esfuerzo logro terminar sus estudios como abogada, y ahora había abierto un despacho de abogacía en el pueblo. Muy necesario por cierto.

Fui a su despacho para desahogarme un poco con ella y que pasáramos el rato con un poco de risas...muy necesarias.

-Benditos los ojos que te ven muchacha!!!-decia Marina al verme.Es cierto que llevamos sin vernos semanas.

-Anda ya!! Pero sabes que es el mismo camino de mi casa aquí..que de aquí a mi casa verdad?-le dije con sarcasmo y una sonrisa de medio lado.

-Bueno amiga que te cuentas, cómo estás? Y el pequeño Jacob?

-Pues muy bien...ya sabes el con su cole y sus locuras es muy feliz. Y yo.....pues bueno como siempre amiga...buscando una vía de escape

-De verdad que no te entiendo. Donde esta la Sabari que yo conozco alegre, carismática y risueña? Ahora pareces la versión zombi amargada de ella...

-Valla amiga yo también te quiero.

-Lo siento pero sabes que yo solo te digo la verdad. Busca algo que te guste o te apasione, salgamos de fiesta, vayámonos de viajeee!!!

-Jajaja la verdad es que me encantaría....pero sabes tú cómo se pone Juan...y la verdad no tengo ganas ni de pelear con el.

-Me da igual, te peleas si es necesario. Esta tarde tengo cita en un spa que está en la ciudad, y tu te vienes conmigo te pongas como te pongas

-Pero Marina no se yo si Juan quiera quedarse con el niño o tendrá planes.

-Ja!! Eso me da igual que se busque la vida. A las 5 estoy recogiendote en tu casa a si que ve preparando biquini y toalla que nos vamos.

Si algo se le pone a esta mujer en la cabeza no hay quien la saqué de ahí. Así que me fui a casa dispuesta a decirle a Juan que hoy era un día de chicas y me iba si o si, así que tenía que preparar mis cosas.

Cuando llegué a casa Juan ya estaba ahí.

-Amor tengo que decirte algo-dije con la voz un poco temblorosa.

-Dime que pasa ahora-dijo el con un poco de disgusto en la voz.

-Marina me ha pedido que vaya con ella a la ciudad hoy. Quiere que vayamos las dos a un spa.-dios como me temblaban las rodillas...

-A un spa? Que piensas que te voy a dar dinero pa que vayas a una tontería como esa? Además quien se quedará con el niño en la tarde.

-No necesito dinero pues ella lo va a pagar todo. Y el niño se lo puedo decir a la hija de la vecina que se quede con el un rato, o te puedes quedar tu con el. No creo que tarde mucho.

Bueno, con esas palabras el se puso como loco demente diciendo que yo solo tenía placeres, que no hacía nada por la vida, que era una desagradecida, en fin...ya saben. Pero no me importó ni lo más mínimo.

Cuando llegó Marina a la tarde, yo ya tenía todo listo y como alma que lleva el diablo salí por la puerta directa al coche

-Vamos Marina, corre, corre!! Que como me pille no podremos ir a ninguna parte.

Marina con una sonrisa de oreja a oreja pisó el acelerador y salimos de allí más rápido que el viento.
Estaba arta de sentirme sometida, era hora de mirar por mi.