5.El pueblo

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Desperté a la mañana siguiente un poco dolorida por eso de estar durmiendo en el suelo. Miré a mi alrededor y parecía que todo era normal hasta que... Donde esta Leila? Me puse de pie en un salto y empecé a mirar en todas direcciones. El caballo está aquí, los bultos también y el dinero....me reviso todos los bolsillos hasta que lo encuentro. Entonces no puede estar muy lejos... De pronto escuchó una voz a mis espaldas.

-Buenos días señorita Sabari, como ha amanecido?-dijo Leila con una sonrisa en su rostro.

Qué alivio pensé que la habían vuelto a secuestrar o que simplemente se había marchado y yo no podría entonces comunicarme con nadie cuando llegara al pueblo.

-Buenos días señorita Leila, muy bien un poco dolorida por lo duro del suelo pero bien. Usted cómo se encuentra? La veo mucho mejor que ayer.

-Pues si, la verdad es que si. Y todo te lo debo agradecer a ti. Curaste mis heridas, me dejaste descansar y me diste de comer. Como podré agradecerte todo lo que has echo por mí?

-Ah no te preocupes por eso, no lo he echo para que me debas nada. Lo único que quiero ahora es que lleguemos al pueblo y busquemos un barco para poder volver a España y a ver qué pasa allí.

-A que te refieres con a ver qué pasa? Esque no tienes familia ni nadie a quien puedas acudir?

-Digamos que no...ahora mismo estoy totalmente sola en esta vida.-claro que tenía mi familia...pero no en este siglo...

-Bueno te puedes quedar conmigo, yo seré tu hermana y amiga. Así no te sentirás sola nunca más

-Muchas gracias Leila es todo un detalle por tu parte...será todo un honor.

Con la conversación no caí en cuenta de que Leila llebava algo en la mano...cuando me di cuenta vi que tenía un pequeño conejo muerto.

-Lo as cazado tu?.-dije sorprendida

-Sip.-dijo Leila muy orgullosa y sonriente.-de pequeña uno de los empleados de mi papá me enseñó a cazar pequeños animales y ahora nos vendrán genial esas enseñanzas por qué vamos a comernos un rico conejo.

Las dos nos reíamos contentas, tanto por el comentario como por la comida.
Esa noche izo mucho frío por lo que la hoguera no aguanto encendida hasta la mañana entonces tendría que volver a encenderla.

Con toda la confianza del mundo y sin acordarme en que siglo estábamos saque mis pañuelos y mi mechero y encendí la hoguera. Desde el otro lado de la hoguera Leila me miraba con la boca abierta a ras de suelo y los ojos como platos...emmm que bien.....

-Que es todo eso Sabari?? De donde as sacado artilugios como esos? Eres bruja?.- Leila tenía tantas preguntas y tanta curiosidad que no me dejaba responderle a ninguna haciéndome cada vez más preguntas.

-Leila, pero me vas a escuchar?-ella asiente sin hacer ni un solo ruido.- quizás sea difícil de creer y lo más seguro es que me trates de loca...creo que es mejor que no sepas nada.

-Como dices eso??!! Ahora soy tu hermana y tu me as salvado la vida...digas lo que digas te creeré y no te juzgaré.- dijo con una mano en el pecho y la otra mano en alto como en solemne juramento.

- Y si te digo....que....vengo del futuro? Que pensarías de mi...-estaba segura de que reaccionaría con gritos o golpes, me puse muy nerviosa.

Leila tenía los ojos más abiertos si puediese pero no pronunció ni una sola palabra. Se acercó a mí muy lentamente, cogió el mechero y lo examinó detenidamente por todos los ángulos, y lo mismo hizo con el paquete de pañuelos.

Yo estaba asustada por lo que ella pudiese decir o hacer.

-Uaaahh esto es impresionante Sabari. Es fantástico fuego en la mano y esto...y esto que no se qué es.- me reí de lo entusiasmada que se veía.

la leyenda en el tiempoWhere stories live. Discover now