21.La despedida

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Después de saber que Marck estaba bien, y de tener un rato para asimilar todo lo ocurrido, empecé a sentirme un poco mejor, pero yo sabía que quedaban cosas que me tenían que contar.

Respiré hondo, le cogí la mano a Leila y me dispuse a escuchar todo lo que me tenían que decir.

-Pues verás Sabari, ahora Nerón, Tarik y yo emos pasado a liderar cada una de nuestras tribus, ahora somos protectores de ellas. Nuestros jefes, y padres nos han dejado un legado y una misión que cumplir, que no podemos ignorar.

Marck me decía estas palabras de la forma más seria posible, ahora en ellos recaía la responsabilidad de la vida de muchas personas, ahora, al ser jefes de sus tribus, todas sus decisiones mala o buenas, tendrían fuertes consecuencias.

Yo, y el resto de nuestro pequeño grupo escuchábamos atentamente a Marck y las palabras que me darían respuestas.

-Tambien hemos de decirle señorita Sabari, que algunos de los miembros de la tripulación, también an muerto, al menos 5, por lo que para cuando queramos zarpar, seguramente necesitaremos un poco de ayuda.-Esta vez el que hablaba era el capitán.

Se notaba que se emocionaba al hablar de sus hombres caídos, era una tripulación formada desde hace muchos años y entre ellos se trataban como hermanos, por lo que nuestra situación tanto en el barco, como en los hombres, sería complicada.

Parece que está guerra a traído todo lo malo, lo único bueno que habíamos conseguido era ganar, que no era consuelo ya que se habían sacrificado muchas cosas.

-Tambien emos de comunicarle, que en esta semana volveremos a zarpar, están terminando de arreglar el barco y lo están llenando de provisiones, por lo que cuando hayan terminado, zarparemos de inmediato, puede ser mañana o pasado.-Sentenció el capitán, esas palabras nos harían quedarnos en silencio y pensar.

-Sería momento Sabari de que te fueras despidiendo de todo lo referente a la aldea, de todo.-Marck hizo mucho incapié en ese de todo.

Ya me pude imaginar a que se refería, no solo me tenía que despedir de la aldea y de sus gentes, también me tenía que despedir de Nerón.

Un sentimiento de pena inundó mi mente, pero su sitio ahora estaba aquí, junto a su gente, protegiéndolos.

Miré a Marck con mis ojos rojos y húmedos, en mi interior quería negarme a despedirme, pero mi consciencia me decía que eso era lo correcto, por lo que sin más, asentí.

Por un momento miré a Leila a mi lado, su cabeza apuntaba al suelo y una pequeña lágrima recorría su mejilla, al igual que yo, ella también se tendría que despedir de Tarik.

Nos miramos durante un segundo, sus ojos al igual que los míos, estaban rojos y húmedos, las lágrimas querían hacer acto de presencia, pero nosotras las reteníamos con fuerza, en el fondo las dos sabíamos que esto tenía que pasar.

-Algo más que deba saber?.-Por favor, que no hubiera nada más, con la próxima mala noticia lloraré como niña chica.

Marck negó, y el capitán también. Hasta ahí habían llegado las noticias y menos mal. Leila y yo nos levantamos de los incómodos cojines (que luego echaríamos de menos) y nos dispusimos a ir a mi cabaña, necesitabamos un momento a solas.

Fuimos todo el camino sin decir ni una sola palabra,cuando llegamos a la tienda, entramos y las dos nos dejamos caer a la cama al mismo tiempo. Si lo hubiésemos planeado no hubiese salido tan bien.

Absortas cada una en su pensamiento, las dos mirábamos al techo, en modo de que algo divino bajase y nos diera soluciones, era totalmente inútil, pero aun así estuvimos ahí durante un largo tiempo.

la leyenda en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora