14.Un momento inesperado

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Empezamos a pasear lentamente uno junto al otro en dirección contraria a la aldea.

Yo me sentía tan nerviosa que no era capaz de levantar la vista del suelo, pero de vez en cuando le echaba una mirada rápida y el siempre me estaba mirando.

La verdad no sabía cómo actuar ni que decir ya que llevaba tantos años sin sentir algo como lo que estaba sintiendo en ese momento, y sin hablar siquiera con un chico que me gustará.

El empezó a hablar de sus viajes, de sus vivencias en cada lugar y de la cantidad tan diversa de gente que había conocido en ellos y yo solamente me asombraba, me quedaba embelesada mirando esa cara tan preciosa y como salía cada palabra de esos labios sexis.

No sabía que me pasaba por la cabeza al decir esas palabras, parecía una desesperada viciosa mirando a ese hombre, pero es que no me inspiraba otra cosa nada más que esos pensamientos un tanto obsecnos.

Llegamos al acantilado donde había estado con Marck unas horas antes y nos sentamos en una gran roca. Admirando el paisaje y al perfecto hombre que tenía a mi lado, no me podía sentir mejor, que sentimiento este...no podía describirlo pero era magnífico.

-Bueno Sabari, he estado hablando de mi todo el rato, que me cuentas de ti?

Empecé a contarle todo lo sucedido con mi ex pareja, omitiendo lo del viaje en el tiempo claro está, también le conté todo lo sucedido en viaje hasta ahora y los días que llevaba en la aldea.

Entre conversación y conversación pasaron varias horas. Parecía que nos conociéramos de toda la vida, había complicidad entre nosotros había feeling.

Tuvimos conversaciones de todo tipo, de naturaleza, de viajes, de idiomas....y algunos otros más tabús como las relaciones entre personas y sexo.

Desde que llegué a este lugar fue de las conversaciones más amenas y alegres que había tenido. Sus modales, sus movimientos, su cuerpo, no había ni un solo detalle de el que no me gustará.

Viendo que habíamos pasado allí mucho tiempo decidimos que era hora de volver, y la verdad yo no quería irme de ese momento único que me estaba ocurriendo.

Empezamos a bajar la colina y el iba junto a mi, menos mal, puesto que si no llega a ser por el hubiese caído rodando montaña abajo.

Estando embobada mirando a ese hombre hablar, sin querer tropecé con una rama e iba caer de morros al suelo, pero el raudo se puso delante de mí y me cogió, quedando nuestras caras a pocos centímetros la una de la otra.

Podía notar como respiraba, su pecho subiendo y bajando con su respiración agitada, podía sentir su olor, olia a hierbabuena y eucalipto. Su cuerpo endurecido, su pelo suave y su aliento hacían que mi cuerpo actuará poniendo mi piel de gallina.

Mi corazón dió un vuelco en ese momento. El con mucho cuidado y cariño me ayudó a incorporarme y volver a estar de pie frente a él, me miraba a los ojos con un brillo indescriptible en los suyos, algo no nos dejaba separarnos, algo hacía que no pudiéramos dejar de mirarnos, parecíamos hipnotizados el uno con el otro.

Después de unos segundos en estado de trance empezamos a escuchar unas voces que nos llamaban por lo que volvimos en si y nos separamos rápidamente. Ninguno parecía entender lo que acababa de ocurrir.

Poco a poco pude ir identificando la voz que nos estaba llamando y que poco a poco se acercaba, era Marck.

-Sabari, que haces aquí, como no nos dices que te marchas? Estábamos muy preocupados por ti. -Su voz era furiosa, pero también se notaba preocupación en ella.

-Lo siento Marck, quería enseñarle las vistas del acantilado.-Dije señalando a Nerón a mi lado.

Marck se quedó sorprendido al ver a Nerón a mi lado, parecía no haberse dado cuenta de que el estaba ahí.

la leyenda en el tiempoWhere stories live. Discover now