Capítulo 13

8 2 0
                                    

Asher

Después de haber lidiado con nuestros espías, propuse ir a Emma's pero nadie pareció estar de mi lado con la idea. Que Louis estaba ocupado (sí, pensando en su noviecita, quizá) y que Aarón estaba ocupado de verdad. A ese sí se la creo, de pronto anda muy activo pero demasiado misterioso, más de lo normal, se trae algo entre manos y por alguna razón no quiere decirnos aún.

De cualquier modo, no tengo ganas de ir solo, ya van casi tres meses que me la he estado viviendo ahí y comienza a sentirse un poco solo a pesar de estar completamente abarrotado. Antes solíamos reunirnos ahí muy a menudo, era nuestra sala de reuniones por así decirlo, cuando Louis era un rebelde y Aarón era más relajado.

Cuando Amanda era la única chica del grupo, la única que hacía de las tardes más agradables. Le tomamos cariño a esa chica desde que entró al grupo, y nunca creí que fuese a traicionarnos de tal manera pero por otra parte creo entenderla. Como ya dije, ella solía ser la única para nosotros y después pasó a ser otra más, cuando llegó Blake no solo fue incorporada ella si no también Megan y Charlotte.

Supongo que se sintió mal y ninguno nos percatamos de eso hasta que fue demasiado tarde.

En fin, decidí dar un paseo por la plaza, observando a la gente, estoy consciente de mi atractivo pero a veces resulta un poco incómodo que la gente te mire de mil formas cuando solo vas caminando normal por la calle. Aumenta mi ego, claro, pero no es agradable todo el tiempo. Por suerte poseo el poder necesario de hacer lo que me plazca si me molestan demasiado sin salir perjudicado, la policía está de nuestro lado y si no lo está aún lo estará pronto, beneficios de ser de los malos.

Una vez me cansé, volví a mi apartamento, no tenía mucho que hacer más que volver y acostarme. Hoy no hay nadie en casa, y no me apetece que haya alguien. En cuanto entré al lugar, observé la ciudad a través de los grandes ventanales, todo se ve tan pequeño desde aquí.

En el parque se pueden ver a las familias andar por ahí, a las parejas siendo demasiado acarameladas para mi gusto y Padres junto a sus hijos jugando. Mi infancia fue una mierda y eso lo tengo claro, también sé que ya han pasado años desde eso y ya debí de haberlo superado pero a veces llegan vagos recuerdos de esa época que me hacen sentirme tan pequeño.

Aquí formamos una pequeña familia y por alguna razón también se derrumbó. No tiene sentido.

¿Por qué lo más bello tarda tanto tiempo y esfuerzo en construirse pero tan poco en derrumbarse?

Me dirigí hacia la cocina y abrí una botella de tequila, la serví en un vaso y me recosté en el sofá. Simplemente observando el techo, como si fuese la cosa más interesante del mundo, me decidí por colocar un poco de música y quiero decir que en verdad el destino tiene jugadas muy astutas, unas que llegan en el momento menos oportuno.

La misma canción que baile con Blake cuando estaba en reposo comenzó a sonar a través de la bocina. Solté una risa por lo bajo, una sonrisa melancólica dejó mis labios y de pronto mi vista se tornó nublosa.

—Por ti, pitufa— murmuré al mismo tiempo que elevaba mi vaso y bebía todo el contenido.

La suave melodía llegó a su fin, su recuerdo inundó mi mente y odio admitir lo sensible que me he puesto. No nos conocimos por tanto tiempo, no llegamos a establecer un lazo tan fuerte como para esto, ¿cierto? No, solo hablábamos como gente normal, pero A quien engaño, claro que creamos un lazo.

De pronto el timbre me sacó de mis pensamientos, eran más de las doce. ¿Quién podrá ser a ésta hora? Me puse de pie y me volví hasta la puerta, abrí esta de par en par y ahí me encontré con Amanda, quien no tenía un aspecto muy agradable.

—¿Qué haces aquí? —pregunté.

—Hay pasó algo—murmuró.

—¿Qué?

—No, aquí no

Y entonces me jaló del brazo, la puerta se cerró de golpe detrás de mí. Me llevó todo el camino hasta su auto, el cual no sabía que tenía, nos subimos y no dijo nada en todo el camino. Estuve a punto de explotar y gritarle que dejara el suspenso cuando aparcó de prisa y se bajó del auto.

—¡Amanda! —avisé, tratando de captar su atención— ¿Qué te pasa? Pareces drogada.

—No te vayas a alterar, yo tampoco lo entiendo pero Mejor míralo tu mismo—y abre la puerta.

Era una especie de hotel, uno demasiado feo, la habitación estaba hecha un desastre y olía tan feo como se miraba. Había una sala de estar con un sofá, si es que a eso se le puede llamar así, y dos puertas más.

—Mira, si es una broma o algo te voy a

Me quedé pasmado cuando la puerta de la habitación se abrió.

Dangerous Love #1.1©(Completo) Where stories live. Discover now