• Sixteen: Lost •

381 51 4
                                    


Park Jongseong jamás había estado tan malhumorado como esa semana. Su cara de malas pulgas no era normal, mucho menos los gruñidos que salían de sus labios. A diferencia de la última vez en la que sufrió una crisis existencial, ahora solo quería saltar por la ventana después de mandar a comer jabón a todo el mundo. Hyunjin lo miraba con desaprobación, puesto que sabía exactamente lo que había pasado, gracias a Jeongin. No entendía cómo es que la opinión de miles de extraños valía más que su felicidad.

Antes no estaba del todo convencido con Jungwon, debido a que este había confesado ser Billie.Poco09; le daba miedo que pudiera lastimar el corazón de pollo de su querido primo, pero el muchacho se había ganado su confianza. Ahora estaba dudando de si el malo realmente era Jay. ¡Vamos! Se le veía tan embelesado con ese lindo niño que no le cabía en la cabeza el como había negado absolutamente todo frente a las cámaras.

Entendía a su primo. Entendía que la sociedad todavía no está cien por ciento lista para escuchar ese tipo de cosas, mucho menos en un país tan conservador como lo es Corea del Sur. Realmente tenía sentimientos encontrados; por un lado, quería matar al muchacho, y por el otro, le dolía que no pudiera ser frente a todos el maravilloso chico que tan pocos se daban la oportunidad. ¿Cómo es que era tan tonto? Si no hacía algo rápido, Jungwon se iría y no lo volvería a ver en un buen tiempo.

—Innie, ¿Cómo vas con tu hermano? — Inquirió el pelinegro, sentándose en su cómoda y grande cama, para después darle un mordisco a una manzana. Escuchó como al otro lado de la línea, una voz bien conocida, gruñía.

—Jungwon está... ¿Bien? No es la palabra. Ha estado más deprimido que cuando se acabó su programa favorito. Y créeme que estuvo muy mal esa vez. —Soltó el menor, mientras apoyaba sus dedos en las sienes. Estaba en su habitación, caminando de aquí para allá. Encendió la televisión para que los sollozos de Jungwon no se escucharan.

—Jay ha estado increíblemente amargado. Con decirte que ni siquiera ha querido ver Harry Potter, te digo suficiente. —El suspiro exasperado de Jeongin lo hizo hacer una mueca de tristeza. Odiaba ver a su pequeño tan consternado, y más aún, por cosas por las que no le correspondía sentirse así de mal. Los hermanastros Yang podían compartir solo una parte de su ADN, pero sufrían los pesares como si fueran una sola persona. Eran muy unidos, tanto que si te metías con uno, ten por seguro que el otro te hará papilla en menos de lo que pronuncias su apellido. Hyunjin recordó algo que le tenía afligido desde que su novio se lo mencionó.

—Oye, Innie... ¿Cuándo se van?

—Oh, este lunes a medianoche estaremos abordando el avión a Grecia. No te preocupes, cariño; sabes bien que nos volveremos a ver en seis meses. Prometo que te llamaré todos los días.

—¿También me mandarás muchas fotos de tu carita preciosa?

—S-si, lo prometo... —Tartamudeó el muchacho. Puede que estuvieran juntos desde hace un mes, pero le seguía dando vergüenza que el muchacho fuera tan dulce con él. Se acostó en su cama viendo al techo, sabía que iba a extrañar mucho a Hyunjin, pero eso no podía detener el plan que tenían desde que habían cumplido quince años.

—No puedo creer que no vayan a asistir a su graduación por irse a Grecia. Y de paso, como si no fuera suficiente, no me vas a llevar contigo. —Hizo un puchero, esperando a que su novio supiera lo dramático que podía ser.

—Jay no está escuchando, ¿Verdad? Sabes que Jungwon pidió que no se enterara.

—No, él está en la azotea haciendo quién sabe qué cosa. Tampoco le he dicho nada sobre Won, les prometí que no lo haría. Pero, ¿No crees que deba despedirse antes?

You just want Attention [ʲᵃʸʷᵒⁿ]Where stories live. Discover now