• Epilogue •

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Cuatro años habían pasado desde que se reencontraron. Cinco años en los que no se separaron ni en un solo instante. La vida los estaba tratando de maravilla, eran felices y vivían juntos en el departamento que alquilaron entre los dos con sus ahorros. Jay dejó de vivir del dinero de sus padres para ganarse la vida, Jungwon lo apoyó y entre los dos lograron lo que tanto deseaban.

Cuando Jungwon cumplió veinte años, encontraron la forma de decirle al señor Yang que querían vivir juntos en un departamento. Yang Seok lloró y simuló querer correr a Jongseong de la familia, pero al final lo aceptó a regañadientes.

Pasaron unas cuantas semanas buscando un bonito departamento que estuviera cerca de ambas universidades, para así no tener que movilizarse demasiado y muy lejos. Consiguieron un lugar un poco pequeño, pero agradable y acogedor, que se ajustaba a su presupuesto. Se mudaron un par de semanas después, con Hyunjin llorándole a su primo para que no lo dejara, y cito, "solo, triste y abandonado".

No tenían muchas cosas, pero poco a poco fueron llenando su hogar con lo que compraban con sus salarios.

Jungwon, después de un largo tiempo de preparación, logró ingresar a la universidad que quería, para así estudiar medicina veterinaria. Estaba en su penúltimo año, hasta el cuello de información y deberes. Solía estresarse demasiado y había adelgazado bastante por la ansiedad que todo aquello le generaba, lo que Jay se encargó de arreglar, obligándolo a comer y despejandose cada vez que pudieran.

Para su cumpleaños 19, Jongseong había conseguido entradas al concierto de 5 seconds of summer en Inglaterra, por lo que tuvieron su primer viaje juntos aquella vez. Claro, Jungwon desgastó sus cuerdas vocales gritando cada vez que alguno de los chicos se acercaba, y mucho más cuando Ashton se quitó la camisa. Empezó a llorar en cuanto Luke tomó la guitarra, porque según él, así era como el mundo debía funcionar.

Aquel viaje fue bastante desastroso, debido a que el señor Yang no quería dejarlos ir solos. A pesar de tener año y medio de relación, se negaba a que su bebé viajara con un muchacho a otro continente. Jay tuvo que hacerle la promesa de que lo iba a cuidar con su vida y que le mandaría fotos de todo lo que el menor hiciera. Pasaron unas lindas vacaciones allá en Londres, tomados de la mano y corriendo debajo de la lluvia, o simplemente sentados en el parque leyendo Harry Potter y la Piedra Filosofal, porque jamás era suficiente.

Incluso fueron al parque de dicha saga, en dónde gastaron todos sus ahorros como adolescentes compulsivos. Jay, a pesar de tener suficiente mercancía, solía decir que jamás era suficiente. Ahora tenía la varita de Lord Voldemort y unas cuantas cervezas de mantequilla en su estómago. La pareja no podía estar más feliz.

Por si se lo preguntaban, Jongseong jamás retomó las redes sociales. Había dejado bien en claro que no quería tener más nada que ver con un montón de personas que opinaran sobre su vida, por lo que abrió una cuenta de Instagram privada en dónde solo aceptó a las pocas personas que valían la pena en su vida.

Había podido hacer varios amigos en su universidad, además de volverse mejor amigo de Soobin y Yeonjun, gracias a tanto tiempo juntos que pasaban. Se sentía libre, por fin era la persona que había encerrado en aquel clóset. Era feliz, era amado, era comprendido; era él. Se dio cuenta que no necesitaba de ningún disfraz para que las personas que valían la pena se quedaran a su lado, porque lo aceptaban tal cual era.

Jungwon y Jay no tuvieron intimidad sino hasta pasados unos cuantos meses del cumpleaños 18 del menor, cuando este le pidió que dieran aquel paso que hace tanto quería dar. Jay lo trató con suma delicadeza en todo momento, como si se tratara de un muñeco de porcelana. En ese momento se volvieron uno solo, completando así su amor mutuo y puro.

You just want Attention [ʲᵃʸʷᵒⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora