NSB (Ryanx Sebastián)

Simplemente el.

"Una palabra salió de su boca, provocando un pecado, "No me gusta", pero ¿Por qué está sangrando?"

Su cara se torna seria y delicada cuando Darren se le acerca para acechar lo mientras está distraído. Los demás hacen gestos de disgusto, pero Reggie intenta separarlos. Sabe que él detesta que lo abracen, mucho más si es  Mrs.bird.

Sonrió un poco ocultando mi incomodidad por el ambiente y acción. Rechazando mis propios celos.

Ocultando lo que de verdad siento.

Oliver los separada interponiendose entre ellos, estaban apurando de pelear. Darren suele provocarlo muy seguido, no se si busca que él muestre su otra cara. Su verdadero yo.

El mánager graba todo lo que pasa.

Es mi momento para relajar esto. Para fingir.

Es hora de sonreír.

—Bueno—digo poniéndome enfrente de la cámara.—, ahora pasaremos a la siguiente parte de...—hago una pausa esperando a que todos estén listos para exclamar:—¡Switching Lives por 24 horas!— dejo salir un gruñido rompiendo la formación.

Todos caminamos a la sala donde nos cambiaremos y tomaremos los roles. Solo espero no me toque él.

Tyler nos ayuda a acomodar las cosas. Doblamos los papeles y volvemos a la cámara.

—Bien, ahora cada uno de nosotros tomará un papel dentro de esta pecera y...—Oli hace una pausa suspensiva.—Tomaremos nuevas vidas.—agrega en susurro incomprensible mientras se acerca a la cámara.

Cuando vuelve a su lugar cada uno de nosotros saca un papel metiendo misterio, para hacer más emocionante el juego. Al final todos terminamos así.

Oli=Darren.
Reggie=Ryan.
Darren=Justin.
Kane=Reggie.
Justin=Oliver.
Ryan=Yo/Sebbas.
Yo=Kane.

Es muy fácil llegar a imitar la vida de Kane, pues solo se basa en ser el otro extraño de NSB.

El video se pausa para intercambiar ropas. Me pongo la camisa de Kane y sus pantalones.

Ryan toca mi puerta, quiere mi ropa. Abrí con nerviosismo y por la ranura le entrego mi sudadera y pantalones.

Esta claro que mi ropa tendrá su aroma.

Salgo de la recámara para ir con los demás, los cuales están listos, exepto Ryan y Justin. Ellos siempre salen juntos.

Si, a veces siento esa clase de celos, pero e de aceptarlo, ellos se conocieron desde hace mucho tiempo atrás.

Tomo mi teléfono mientras espero. Pasan unos tres minutos y salen. Mi ropa le queda normal y linda.

Mierda.

Se ve jodidamente tierno, aunque sus gestos me digan lo contrario.

Me acerco a los demás y el juego comienza.

Kane no es de aparecer mucho, y cuando lo hace siento que la caga. Oli a veces se le mira molesto por algunas actitudes.

Ryan no para de exhaltarse. Como yo. Es sorprendente.

Utiliza los mismos movimientos que yo suelo hacer, el mismo tono y palabras. Siempre creí que no era visible ante él.

Tal vez estaba equivocado.....

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Terminamos de grabar.

Tomo la toalla para dirigirme al jacuzzi del patio. La noche es linda para un baño de agua tibia, y mucho mejor si la única compañía es la luna.

Dejo mis chanclas en la orilla, al igual que la toalla. Nadie se dio cuenta de que he salido, mucho mejor para mi.

Recargo mis brazos sobre el borde del jacuzzi y miro al cielo. Estrellado y solo, como siempre. Escucjos unos pasos por detrás de mi que me hacen regresar a ver al propietario de ellas.

Mierda.

Siento un pinchazo en el corazón y como mi estómago se alborota.

—¿Que haces aquí?— pregunta Ryan, suave y amable.

—¿No deberías estar en directo?— le pregunto, pues él suele transmitir de noche.

Ryan me sonríe, mientras niega y se acerca a mi.

—Yo pregunte primero.—esboza una sonrisa, algo burlona.— Y si, debería estar transmitiendo. Pero...—hace una pausa breve mientras se sienta en el borde del Jacuzzi, después me mira. Ese gesto cálido y lleno de amor, posiblemente delirio mío, se hace presente.— ,quería saber donde estabas. Hace una semana que ya no me visitas, a pesar de que vivimos en la misma casa.— baja la mirada, jugueteando con su camisa.— acaso, ¿Ya...no somos...amigos?—balbucea, mirándome, atento y con las cejas alzadas.

Doy un sonrisa y niego, tomo del borde del Jacuzzi y con un impulso salgo del agua para sentarme a su lado.

El aire frío comienza a correr, poniéndome de punta los pelos del brazo, dándome ese ligero nerviosismo. Incomprensible. Escucho a Ryan suspirar.

—¿Amigos?— pregunto después de un rato, alzando una ceja y con un tono serio. Suelto un poco de aire.

No quiero seguir mintiendo. No quiero seguir ocultando lo que siento, lo que soy. No quiero seguir siendo una simple persona que observe.

Si voy a cagarla toda la vida, al menos, quiero que Ryan sepa lo que siento.

Es hoy, es ahora.

O es nunca.

—¿No lo somos?— cuestiona él, confundido.

—Si, lo somos.—confirmo, pero no es todo.

—No eres bueno mintiendo.—Lo se, no soy para nada bueno mintiendo, mucho menos cuando se trata de él. Mis mejillas se tornan rojizas y duelen de tanto sonreír. — Vamos Seb, dime, ¿Qué sientes?—insiste.

—Amor, eso siento.—contesto, mirándolo firmemente y seguro de aquello. Tomo de sus manos, su rostro luce sorprendido, ¿Por qué?— Me...

Mierda.

No puedo.

Ahora mismo, siento que voy a explotar.

Su mirada.

Su cabello.

Ese brillo en sus ojos.

Sus labios.

Él.

Simplemente él.

Puede hacerme sentir que pertenezco aquí.

—Me gustas.

Lo dije. Estoy listo.

Vamos Ryan, destruye me.

Cierro los ojos, espero lo que venga. Un golpe. Una queja. Una silencio.

Nada.

Siento un suave roce sobre mis labios, es agradable y cálido. No abro los ojos, tan sólo me dejo llevar.

Después Ryan se separa de mí, lento. Abro los ojos de a poco, observando su rostro y esa sonrisa tan satisfecha.

—Tu también, también me gustas. ¿Por qué? Porque simplemente eres tu. —ríe.

Las mariposas de mi estómago están revoloteando, supongo que aún no morirán.

Espero lleguen más allá del invierno.

Por qué lo único que las mantiene con vida es, él.

Lamento haber desaparecido, tengo un semestre que salvar.

Bueno sin más que decir adiós.

Suerte en todo lo que hagan. C: