JUST KISS HIM

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–- Siempre fuiste raro. Lo sé.

Aquel reflejo plasmado en el espejo largo de la habitación del menor, estaba lleno de miedo y vergüenza.

Sebastián había hecho lo dicho, se le declararía a Ryan. Tan solo faltaba una semana para el baile y las cosas no iban lo suficiente bien para hacerle creer que tendría una oportunidad.

Ryan se comenzó a distanciar del joven, no le miraba, ni hablaba, ni mucho menos saludaba cuando se cruzaban o pasaban por su lado. Era como si aquello que tanto imaginó, esa historia de amor que Sebastián se creó, el final le hubiera llegado sin haberle avisado.

Se sentía fatal, cansado y angustiado. Su concentración ni siquiera era completa cuando estaba en clases o realizando alguna actividad, como hablar con su mejor amigo. Tan solo oía a las personas balbucear, pero nunca comprendía lo que le decían.

El amor lo había enfermado y lo estaba dejando morir tan joven, de nuevo. La misma secuencia de siempre se comenzaba a repetir, como un maldito deja vu, su corazón latía más fuerte...

En cada centímetro de distancia que separaba sus pies de los de Ryan.

Dejo sus esperanzas en la piel de aquel joven que le permitió enrollar sus brazos en su cuerpo dentro de una noche estrellada solo para dos.

Y ahora, palmeó su cara intentado despertar.

Se sentó en el borde de su cama, tenía que ir a la escuela si no quería llegar tarde de nuevo. Suspiro hondo y dejo que su vista divagar en un zapato.

Se levantó dispuesto a dejar la habitación y encerró su valentía dentro para encaminarse a la escuela.

Cuando llego todo el alumnado estaba en grupos en el patio delantero. Tomo de las correas de su mochila y cabiz baja llego hasta su salón. Recostó la cabeza en el pupitre y descansó sus ojos por un largo rato, hasta que el timbre sonó y todos sus compañeros entraron riendo y platicando. A su lado un Darren preocupado le miro, pero no hizo nada más.

Los ojos cansados de Sebastián apenas y se mantenían abiertos para divisar los ejércitos planteados en el pizarrón. Sus manos escribían lento y su mento trataba de procesar la información que la profesora de explicaba. Pero, nada.

Si mundo estaba en otro lugar lejano al salón de clases. Posiblemente se quedó en el boliche, o en el bar, o de perdida, en aquella cancha de básquet. No lo sabía, pero deseaba al menos despedirse de él.

El timbre sonó, Darren le habló muchas veces pero al no ver respuesta solo lo dejo.

¿Cómo era que alguien con quién nunca fue nada, le había roto el corazón?

Y

¿Qué pasa con su todo al que le vio como nada?

Apretó los puños, levantó la cara frunciendo el ceño y mirando al frente se dejó de tonterías. Se levantó del asiento llamando la atención de una joven que se había quedado dibujando en la esquina. Salio de su lugar y camino hasta afuera.

Busco entre los pasillos donde penso que podría encontrar a Ryan, lo busco por la escuela. Pero, cuando sus pies se cansaron y el timbre sono, se rindió.

Volvió al salón y se dejo caer. Sus clases pasaron lo más lento posible. Pero terminaron.

Al salir de la escuela pasó por el patio trasero, donde Ryan entrenaba en el club de béisbol.

Sus manos metidas en los bolsos, la mirada caída y perdida. Subió la mirada con una nostalgia atorada entre las pupilas y el iris. A lo lejos observó a varios chicos correr.

Y en el lado izquierdo de la cancha, el club de porristas hablaba con algunos. Entre ellos el mayor de cabellos castaños, risueño y tímido.

Una presión en el pecho le provocó ardor en el corazón y garganta a Sebastián. Tal vez, el problema nunca fue el amor, la situación o la persona, talvez siempre fue él. Pensó.

Si no daba lo suficiente, se preguntaba ¿Qué era lo suficiente? ¿Todo? Pero, ¿Por qué se quedaría sin nada?

Sintio un mano sobre su hombro, era Darren, le había alcanzado después de ser abandonado. No dijo nada. Solo observo.

Las pequeñas lagrimas de Sebas se asomaron entre más miraba. Siempre supo el final de su bella historia. Los finales felices para los "raros" solo existen en las películas. La vida Real es cruel, dura y sin emociones. Es, la espina que crece en el pecho del ruiseñor.

--- Seguro solo es una conversación neutral ‐-- intento persuadir Darren.

Ambos miraron de nuevo, las manos del manos se entrelazan con las contrarias y después sonríen. La chica se acerca lentamente a Ryan y le deposita un beso en la mejilla.

Sebastián baja la cabeza y aprieta los puños dentro de sus bolsillos para seguir caminando. Darren observa un poco mas, buscando alguna señal de que aquello fuera mentira y solo sea un espectáculo para encajar. Pero no, Ryan definitivamente estaba con esa joven.

¿Donde quedó lo que le prometió?

Parpadeo una vez y corrio para alcanzar a su mejor amigo.

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HASTA MAÑANA.

NSB (Ryanx Sebastián)Where stories live. Discover now