Después de aquella propuesta, Sebastián y Ryan, todos los días, con algunas excepciones por las impertinencias de Darren, se iban juntos.
Por el trayecto y mientras el viento cobraba vida al momento, Ryan le contó su vida a Sebastián, sin ninguna protesta o inseguridad. El menor lo escuchaba con atención, aunque tenía muchas preguntas, que por no incomodar, no pregunto.
Ryan era mayor que Sebastián por dos años, vivía solo, aunque aveces su mejor amigo lo acompañaba, no le gustaba mucho el contacto físico; pero le encantaba jugar videojuegos por la noche. Incluso le invito a Sebastián. También mencionó que le gustaba leer y que tenía una mala costumbre de hacer gestos disgustados a la gente. Que lo sentía si algún día lo miraba así.
Le dijo su color favorito hasta el tipo de flores que le gustaba, que era algo tímido, pero en confianza no paraba de hablar. Sebastián se cuestionó si con el se sentía así, libre.
Por las mañanas en la escuela solía toparse con el, pero solo se saludaban y cada quien por su lado. Eso le animaba, al menos ya no era un fantasma en la esquina esperando a ser visto. Debes en cuando le contaba a la maestra de Inglés, esta se emocionaba, incluso chillan de la alegría. Se motivaba, aunque deseaba que la mujer que lo escuchara, fuera esa que se encontraba en casa.
Ya había pasado un mes, solo quedaban cinco más, Sebastián había avanzado más de lo previsto, pero; aún no veía alguna señal de si el dolor de su confesión se iba a esfumar. Ryan solía hablar debes en cuando de chicas, a veces parecía referirse a chicos; eso lo mantenía comiéndose las uñas. Le era muy difícil preguntar.
Otra cosa que al menos pudo mantenerle tranquilo fue que, Ryan no tenía muchos amigos como pensaba, solo era una, Justin. Quien era amable, bastante.
Todo eso, aún podía darle esperanza al llegar a casa, la sonrisa no se le borraba ni porque su madre le gritará. Ryan es una parte de luz en su oscuridad, aunque posiblemente lo destruya, aún lo mantiene en fe. Pero, también deseaba que sus padres lo amaran tal y como es.
¿Por era es tan difícil aceptarse y ser aceptado?
---¿Quien es el muchacho con el que caminas por la calle después de la escuela? --- preguntó la Señora Moy, mirando fijamente y con los ojos amenazantes a el joven frente a ella.
Sebastián dejó lentamente la cuchara sobre el plato, bajo la cabeza y tragó saliva. Se supone que hoy no sería un día lleno de gritos.
La mirada de la mujer le rrecori la cara, buscando esos ojos inocentes, llenos d miedo y dolor. Sebastian suspiro.
---Un compañero--- a duras penas se escuchó.
La mujer se enderezó y cruzó los brazos para mirarlo más imponente. No le gustaba para nada que su hijo caminara con aquel, era dañino.
--- ¿Solo eso? --- preguntó malhumorada.
Sebastián asintió.
--- Sebastián sabes muy bien que
--- Que no te gusta que lleve a mi lado a otras personas que no sean el típico amigo que conoces y que debo de respetar los mandatos de Dios tu señor, que debo de dejar de gustar de los hombres y ser un joven bueno --- interrumpio, acostumbrado a esas palabras.
La mujer frunció el ceño, esa no era una actitud digna de su hijo.
--- Mamá, ya se que no te gusta lo que soy. Pero, no puedo cambiarlo. Lo siento.
Con las palabras en la boca y sin terminar el plato, Sebas dejo la mesa, escuchando los llamados de su madre por detrás. Los nudos en su garganta le apretaban, ya no podía soportarlo más.
Solo quería verlo.
Solo un momento.
Entonces recordó algo que Ryan le dijo que hace cuando se siente solo...
"
En la estrella que más brilla, esa que está en el polo norte, nos encontraremos. Cuando te sientas solo."
Subió a su habitación, corrió al balcón y con la luna alumbrando su rostro, se la encontró. Ryan también está ahí.
Solo para ellos dos.
Polaris.
--- ¿Que hay de mal en mí? --- se cuestionó.
--- Nada cariño...--- se escuchó por detras.
Sus ojos se abrieron de más, hacia mucho que no escuchaba esa suave y cálida voz que le tranquilizaba.
Era papá.
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HOLA, VOLVÍ.
SE QUE TE DIJE QUE VENDRÍA AYER, PERO TENÍA MUCHO SUEÑO. LO SIENTO.
HE HECHO MI EXAMEN PARA EXALTAR UNA MATERIA, SOLO 7, NO ES BUENO, PERO NECESARIO PARA M.
