Historia del mismo nombre narrada desde el punto de vista de Trunks.
ADVERTENCIA:
Leer primero la versión original para una mejor apreciación.
PROHIBIDO:
La copia parcial o completa de esta historia. Se original y di no al plagio.
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30 | Hilo Rojo.
Apenas había puesto la cabeza en la almohada cuando escuché mi nombre. O al menos así se sentía, ya era por la mañana y mi madre esperaba paciente a que yo reaccionara.
—¿Qué dices mamá? —pregunté frotándome los ojos.
—Que han estado entregando varias cosas para ti desde hace un rato.
Oh si, lo que iba a darle a Gokari hoy. Me levante cuando mi madre cerró la puerta detrás de ella y fui a ducharme. Me vestí con un pantalón entre verde y café, una playera blanca con un estampado de una elaborada cruz enfrente y desgastes en el dobladillo. Me puse unas pesadas botas de combate negras y me coloqué varias cadenas en el cuello, algunas pulseras y un par de anillos, tomé mi cazadora de cuero negra del gancho donde estás colgada y con ella en mano salí de mi habitación metiéndome en el bolsillo trasero del pantalón la cartera y el celular.
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Llegue al recibidor principal y vi las rosas por todo el lugar, alguien del personal se había encargado de ponerlas sobre una larga mesa donde también estaban atados a las patas de esta todos los globos con helio. El enorme oso se encontraba sentado en el piso recargado en una de las paredes.
—Woow Trunks.
Mire a mi espalda directo a los ojos sorprendidos de Bra. Se acercó para ver el oso y los globos y sonriendo la deje curiosear un rato más mientras veía qué tal iba mi abuela con lo demás. Fui a la cocina tamaño industrial y la vi acomodando varios cupcakes en una charola, estos tenían forma de rosa y algunos frutos rojos entre fresas, cerezas, frambuesas, arándanos y uvas adornándolos. Le di un beso en la mejilla y mejor no quise meter las manos ahí para no arruinar nada.
Salí para preparar el vehículo en el que iríamos a la montaña Paoz y lo cargué con las flores, los globos y el enorme oso. Varias personas ayudaron a acomodar todo lo que preparó mi abuela. Y un rato después salimos rumbo a la montaña Paoz, con mis abuelos, mi madre y Bra. Mi padre se encontraba entrenando y sabíamos que si quería venir llegaría más tarde por el mismo.
Cuando mi madre aterrizó la nave en el área adecuada, me puse la chaqueta y comencé a descargar todo lo que había traído. Lo deje en el césped fuera de la casa mientras Goku salía a recibirnos. Me acerque a el mientras mis abuelos y mi madre entraban a la casa.