Un Destino Inevitable POV Trunks

11 | El tiempo pasa y mi amor por ti crece.

11 | El tiempo pasa y mi amor por ti crece.

Quería llevarla a un lugar especial. Y sabía cuál era el lugar perfecto para la charla que tendríamos. He estado nervioso desde el momento en que la vi acercarse a mi después de que dejó a la bola de idiotas con los que bailaba. Antes de eso solo estaba enojado. Pero cuando la vi caminar hacia mi, me di cuenta de la situación en la que me encontraba. Iba a confesar mis sentimientos. Por fin; después de tantísimos años. Y aún que ya lo había echo una vez, me rechazó, y estoy lidiando con la posibilidad de que vuelva hacerlo. Solo esperaba que el lugar que elegí ayudará a mi favor.

Cuando me detuve frente a la playa y apague la moto pase un pie por delante para bajarme y me voltee para ayudarla. Sabía que no lo necesitaba pero no podía evitarlo. Tome su cintura y la baje del asiento. Le dije que dejara sus cosas en la cajuela y lo hizo quitando sus zapatos, quite mis botas y las metí con las demás cosas. Caminamos a la arena y se detuvo frente al agua observándola. Llegue a un lado de ella y observe el reflejo del sol en el agua salina.

—Hace años que no venía aquí.

Eso ya lo sabía. —Yo lo hago seguido. Cuando necesito escapar de toda la locura de la Corporación vengo aquí.

—Eso me recuerda que deberías estar en la oficina.

Sonreí al oírla. En serio le molestaba que me escapara del trabajo.

—Créeme a veces necesitas salir de ahí, es una locura.

No dijo nada por un rato por lo que voltee a verla y la descubrí observándome.

—¿Porqué estamos aquí, Trunks?

—Sabes porqué.

—¡¡Si!! Pero no entiendo porqué este lugar.

—Sabía que no habías vuelto aquí desde esa vez que estuvimos aquí con nuestras familias.

Hace cinco años, solíamos venir aquí por lo menos una vez al mes. Mi familia y la suya. Fue aquí donde me di cuenta que lo que sentía por ella, no era un cariño de hermanos como con Goten, este sentimiento iba más allá y era más fuerte. Y después de que lo comprendí no me aleje de ella en todo el día. Y la prueba de ello era esa fotografía en la habitación de la oficina. Esa sonrisa me perteneció solo a mi.

—Te encantaba venir aquí. Y después pasó lo del cine con Mai y te alejaste de mi. Jamás volviste.

La salida a este lugar fue un viernes y lo del cine fue el domingo siguiente. El maldito día que más odio en mi vida.

—No soy la culpable de lo qué pasó aquella vez, Trunks.

—Lo sé. Debí insistir. No solo con las llamadas, si no que debi ir y hablar contigo de frente. Explicarte por qué lo hice.