Un Destino Inevitable POV Trunks

20 |Rosas Rojas.

20 |Rosas Rojas.

Me desperté con un desnudo, suave y hermoso cuerpo todavía acurrucado contra mi. Él sol se asomaba a travez de las persianas, podía adivinar que no eran los primeros rayos del sol y suspirando dejé que su aroma llenara mi cabeza. El recuerdo de lo que había sucedido hizo que mi pene ya semi erecto se endureciera más, me moría por probarla, pero no iba hacer algo que resultara doloroso para ella, aunque podía hacer que su carne se sintiera bien con mi boca y calmar mi hambre por ella.

El sonido de la alarma interrumpió mis maquinaciones y los planes que tenia para su cuerpo, rápidamente tomé el celular y apagué la alarma, quería seguir viéndola dormir, pero era hora de levantarme. Había una presentación en la Corporación y tenía que encargarme de que todo estuviera listo. El sonido de la canción había hecho que ella, que estaba de espaldas a mí se pusiera completamente boca abajo dejando al descubierto toda su espalda, y resistiendo el impulso de acariciar esa suave piel quite la sábana de encima de mi cuerpo y me puse de pie dirigiéndome a la ducha, pero antes de llegar la mire de nuevo, bien podría saltarme la ducha y llevar su olor en mi todo el día. De todos modos se me estaba haciendo tarde.

Me dirigí al closet y entre para vestirme, y una vez que termine fui al baño, lavé mis dientes y mojé mi cabello para peinarlo un poco, secándome las manos con una toalla, salí de nuevo, ella seguía igual que como la dejé. Me senté en la orilla y vi claramente como estiró el brazo buscándome, sonriendo pase la mano sobre toda su columna vertebral y regrese a su nuca, estaba despierta, pase el dedo índice de nuevo sobre ella y al llegar a su zona lumbar me dirigí por su costado sobre su cadera y por su muslo hacia abajo, la sábana solo tapaba su hermoso trasero en forma de corazón.

Joder. Solo quería quitársela de encima y subirme sobre ella, pero sabía que tenía que ir a la escuela y yo tenía trabajo que hacer. Se estiró un poco y ladeando la cabeza me miro. Sonreí como estúpido al ver sus ojos soñolientos y esa expresión de total satisfacción en su rostro.

—¡Hola! —La salude sonriendo.

—¡Hola!

—¿Estas bien?

Pregunté preocupado pues ella no había intentado moverse de nuevo. Pero entonces lo hizo, se estiró otra vez moviéndose un poco más esta vez.

—Estoy perfecta.

Me miro un poco más y pasó su mirada sobre mi cuerpo dándose cuenta que me encontraba listo para salir. Maldita sea. Suspirando le expliqué.

—Debo irme ahora. Hay muchas cosas que hacer en la Corporación. Debo asegurarme que el auditorio esté listo. Hay una presentación por la tarde.

Sin poder evitarlo retire un poco del cabello que caía sobre su mejilla y lo puse detrás de su oreja. Ella se enderezó y me enfrento.

—Está bien.