Capítulo 2

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Alec la estrecha en sus brazos y cierra los ojos inhalando profundamente su olor, embriagándose de ella. Y Aurora lo observa confundida, e inmediatamente el miedo y la desesperación empieza a recorrer el cuerpo al sentirse encerrada en los brazos de ese hombre. Pues no sabía quién era, ni que pretendía.

-Oiga señor, suélteme - Dice la chica furiosa tratando de no exteriorizar el pavor que sentía en esos momentos y Alec a pesar de estarla escuchando se negaba a hacerlo.

-Suéltela inmediatamente - Rugió Razvan enfrentándose a Alec, quien al escucharlo exigirle tal cosa mira a la chica confundido y enojado por partes iguales ¿A caso ella y Stoian tenían alguna relación amorosa?

Alec no sabía que tipo de relación tenían, pero no le gustaba para nada que Razvan se sintiera con derecho sobre ella y mucho menos iba a permitir que él jugará con su hermana.

-No te metas en lo que no te incumbe Stoian - Dice Alec furioso, odiaba la idea de que ella pudiera tener dueño - Ella es mía, y no pienso alejarme de ella.

-¿Quién se cree que es para decir tal cosa? - Le reclama la preciosa fierecilla que tenía en sus brazos, que intentaba alejarse de él.

Alec la mira fijamente a los ojos y ella le sostiene la mirada desafiándolo, pero él en cambio lleva su mano a su rostro, para acariciar su mejilla. A lo que ella inmediatamente aparta su rostro, tratando de alejarse de él.

Alice trata de tranquilizar a Razvan, para luego acercarse a Alec, quien a pesar del rechazo de Aurora se negaba a alejarse de ella.

-Alec, no tienes que hacer esto, suéltala - Le pide Alice en una súplica.

-¿Cómo me pides eso? - Pregunta Alec molesto sin dejar de mirar a la preciosa chica en sus brazos - Sabes que no podré hacerlo, tu más que nadie lo sabe.

-Porque lo sé, es que te lo estoy pidiendo - Alice resopla y rueda los ojos ante la ironía de las cosas - Alec, mírala, la estás asustando - Dice al ver el miedo en el rostro de Aurora - No querrás ahuyentarla sin siquiera empezar.

Alec se sentía que estaba entre la espada y la pared, se negaba rotundamente a mantenerse lejos de ella, pero podía percibir que de verdad la estaba asustando. Así que con todo el dolor de su alma la soltó, lentamente, pero en el proceso la observa detenidamente gravándose su rostro en la mente, mientras que al compas acaricia su cabello y se acerca a su oreja inhalando profundamente su olor, cosa que la hizo temblar en sus brazos.

A pesar de que Alec ya había liberado su cuerpo, la chica se quedó inmóvil en su lugar, hipnotizada y cautivada por su olor y el magnetismo que él desprendía.

Ella levanto sus ojos para mirarlo, quedando sin aliento y muy asustada de lo que le recorría el cuerpo. Se alejó de él rápidamente refugiándose en brazos de un furioso Razvan.

A Alec se le tensa el cuerpo de la ira, cuando ve a Razvan estrecharla fuertemente contra su pecho e inmediatamente se acerca unos pasos hacia a él, dispuesto a arrancarla de sus brazos.

-Alec, debes calmarte, por favor - Pide Alice sujetándolo fuertemente del brazo, al ver la ira en su rostro y sus claras intenciones.

-¿Cómo quieres que me calme? ¡Es mi mujer! - Grita Alec furioso, a punto de perder el control - Y ese imbécil está tocándola, ¿Cómo permites que él la toque, si dices ser suya?

Aurora frunció el ceño al escucharlo, se sentía muy confundida por todo lo que estaba sucediendo, pero más lo hacia la vehemencia con la que Alec hablaba, el como la reclamaba como suya.

-Alec, cállate y vámonos - Dice Alice sonrojada, parándose frente de él, haciéndolo detenerse en sus pasos - Es hora de que regresemos a la fiesta, nuestros padres deben estarnos esperando.

SIEMPRE TUYO (Saga Gemel@s)Where stories live. Discover now