Capítulo 14

563 36 5
                                    

En los pasillos del instituto solo se escuchaba a la gente hablar sobre el inminente baile de Halloween, que se celebraría ese mismo fin de semana. Y Alec aun no tenía la menor idea de cómo iría vestido.

-¿Por qué estás tan furioso? – Le pregunta Alec a Jamie, al verlo caminar de un lado a otro refunfuñando.

-Aun no me lo ha querido decir – Responde James.

-¿Saben? A veces me provoca raptar a esa mujer y encerrarla en el piso del edificio más alto de Dubái, en el que solo pueda verme a mí, día y noche, a ver si de una vez por todas se convence de que es mía y que no puede seguir con su estúpido juego – Gruñe Jamie furioso.

-¿Y ahora que te hizo? – Pregunta Alec divertido.

-Le he pedido que fuera conmigo al baile de Halloween y la muy descarada me dice que ya tiene pareja, a la cual empieza a halagar en mis narices – Responde Jamie tirando la puerta de su locker – Les juro que si Ariadna no fuera humana ya la habría hecho mi mujer. Y aunque ella lo niegue lo es ¡Maldita sea!

Jamie sale hecho una fiera del instituto y James y Alec salen detrás de él, tratando de tranquilizarlo.

Esa misma noche cuando Alec tuvo la oportunidad, salió de su casa directo a la de Aurora. Estaba ansioso y frenético, se moría por verla, sabia que ella no estaba del todo bien, podía sentir lo sedienta que estaba.

Una vez llego a la mansión fue recibido por Vladimir Stoian, hermano de Aurora.

-Es bueno verlo por aquí, señor O'Sullivan – Dice Vladimir sin apartarse de la puerta – Desde hace semanas he querido hablar con usted.

-Dígame, señor Stoian, ¿Qué es eso de lo que quiere hablarme? – Pregunta Alec en tono serio, sin dejarse intimidar ni un poco.

-De Aurora, naturalmente – Responde Vladimir – Como usted sabe, ella es mi hermana y estoy en el deber de advertirle que no permitiré ningún tipo de ofensa o maltrato sobre ella, como tampoco permitiré que juegue con sus sentimientos, ¿Esta claro?

-Es innecesario que me haga todas esas advertencias, señor Stoian – Dice Alec muy seguro de sus palabras – Yo amo a Aurora y sería incapaz de infringirle ningún daño.

-Es bueno saberlo, pero no está de más la advertencia – Responde Vladimir con seriedad.

-Vlad, por favor deja a Alec – Dice Aurora desde el inicio de las escaleras.

-Tu novio y yo, solo estábamos teniendo una pequeña plática – Responde Vladimir, sereno y Aurora mira a otro lado apenada ante la mención de que fueran novios – Pero ya se ha dicho todo, así que volveré a lo que estaba haciendo.

Vladimir se hace a un lado y vuelve al estudio, mientras Aurora envuelta en una bata se acerca a Alec.

-Disculpa s Vladimir, suele ser un poco sobreprotector – Comenta Aurora incomoda por sus impertinencias.

-No te preocupes, por el contrario, me agrada que hayamos hablado – Responde Alec al comprenderlo perfectamente.

-Vayamos a mi habitación – Dice Aurora tomando su mano para arrastrarlo escaleras arriba.

Una vez ellos entran a la habitación, Alec toma su delicado rostro en sus manos y sin preámbulo besa fervientemente sus labios, aprisionándola a su cuerpo.

-Yo también te extrañe – Susurra Aurora sobre sus labios, respirando erráticamente para luego abrazarlo fuertemente mientras coloca su mejilla sobre su pecho. Y Alec sonríe.

-¿Estas bien, lindura? – Pregunta Alec después de un par de minutos, mientras levanta su rostro para mirarla a los ojos.

Alec observa detenidamente su rostro y en especial sus ojos, los cuales estaban oscuros, pero no por el deseo, sino por la sed.

SIEMPRE TUYO (Saga Gemel@s)Where stories live. Discover now