Capítulo 10

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-Toma mi mano, niña. Te ayudaré.

Me crucé de brazos y miré a la niña quien veía a Jotaro pero entonces salta a los brazos del señor Joestar para subir al nuevo barco que había aparecido, y le saca la lengua.

-Yare yare daze...

-Yo habría aprovechado... - murmuré apartando la mirada.

-¿Ah?

-Nada.

Suspiré cuando Jotaro ya no pregunta más, los cuatro subimos las escaleras hasta la cubierta y nos fijamos en el barco... se sentía extraño... no me agradaba, todo estaba muy vacío...

Revisamos el lugar pero lo único que encontramos es que el barco estaba funcionando normalmente y a un orangután enjaulado... odio los orangutanes...

-No me gusta. - hice una mueca y me di la vuelta para irme.

-Vayamos a buscar al encargado de este animal.

Todos salimos dejando al orangután solo otra vez, su mirada era espantosa. Seguimos mirando hasta regresar con los demás y entonces vimos cuando un gancho agarró a un marinero. Yo me sobresalté, al no esperarlo, y la niña grita, pero entonces Jotaro nos cubre los ojos.

¿Es en serio?

-Yare yare daze. Esa no es forma de darle la bienvenida a las damas.

Okey, proviniendo de él... se oyó bien...

Todos se alteran por el hecho de que aquel gancho se había movido solo pero el señor Joestar indica que nadie toque nada, estén atentos y que vayan a los camarotes. Nadie había visto ni un Stand y Kakyoin mandó al suyo para revisar todo el barco. La niña, que se estaba yendo hacia los demás marineros, me voltea a ver, y luego a todos. El señor Joestar se acerca a ella.

-Solo hay una cosa que puedo decirte: estamos de tu lado. - sonreí cruzada de brazos -Quédate cerca de los demás ¿Está bien?

Ella asiente y se va corriendo para ir con los demás marineros. Yo miré a Jotaro y luego a mis alrededores, resoplé y gruñí un poco.

-Maldito capitán, dejé mi ropa en el otro barco. Carajo. - murmuré por lo bajo mientras me iba a revisar lo demás.

Miré por la borda para asegurarme de que no haya nada que nos siga, pero entonces sentí algo cubrirme por completo.

-Yare yare daze... tuviste que pensarlo mejor antes de cambiarte.

Jotaro mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y se va de nuevo. Yo hice una mueca entrecerrando los ojos y aplastando mis labios.

-Hm, jódete Kujo. Yo solo quería relajarme un poco. - lloriqueé.

Pero suspiré y me acomodé su abrigo para cubrirme. Sabía que no eran tiempos para relajarse, pero no quería estar tensa y en alerta todo el tiempo... Como sea, seguiré mirando.

Me di vuelta, pero entonces entrecerré los ojos y fue como ver a los demás tan detalladamente y cerca... parpadeé un par de veces y me tallé los ojos. Para cuando los volví a mirar, ya tenía mi vista normal.

-¿Qué sucede, _____? - los demás me miran.

-Yo... - estaba confundida, pero no sabía que sucedía tampoco ¿valía la pena decirles? -Nada... nada.

Me aferré al abrigo sobre mi y miré a todos lados de nuevo. Volví hacia ellos y esperamos a que Hierophant Green regresara, pero al hacerlo... descubrimos que no había nada. Algunos nos separamos de nuevo para volver revisar, aunque yo estaba buscando a la niña.

Pero en ese momento escuché un grito, no muy lejos de aquí, así que fui corriendo hasta allí, pero el el camino... todo comenzó a moverse, salté un par de veces evitando ser tragada por el suelo y entonces llegué donde Jotaro estaba atrapado por unos tubos en la pared y la chica estaba con una toalla. Además, el puto mono estaba allí vestido de capitán.

Él era el usuario y el barco entero su Stand...

-Tsk, te arrepentirás y no seré yo el que te haga hacerlo... - menciona Jotaro, el orangután solo se burla de él.

Hasta que posa su vista en la niña y parece un depravado, lo que más odio... apreté los dientes y crucé junto a la niña dejándole el abrigo de Jotaro encima y entonces le di una patada al mono.

-Estúpido simio.

-Te lo había dicho...

Volví a agarrar al mono por el cuello y lo estrellé contra la pared, pero entonces una tubería sujeta mi mano y la pega a la pared. El mono sonríe y ríe antes de mirar mi pecho, levanta ambas manos a la altura de este y yo enfurecí más.

-¡Tócale los pechos a tu estúpida madre! ¡Imbécil!

Levanté mi pierna y volví a patear su cabeza contra la pared, luego en su entre pierna. El mono se queja de dolor y yo miré la tubería que sujetaba mi brazo, pero una mano morada agarra la tubería y la arranca al mismo tiempo que algo atravesaba la cabeza del orangután.

-Yare yare...

Ambos nos colocamos frente al orangután quien nos miró asustado. Se descubrió el pecho en forma de sumisión.

-Me temo que tus acciones violaron las leyes de la selva. Así que no lo creo.

Star Platinum comienza a golpear al mono hasta dejarlo inconsciente, pero entonces todo comienza a deformarse. El barco iba a hundirse, así que tuvimos que ir rápido a que la niña se ponga ropa y salir junto a los demás en uno de los botes salvavidas.

Vimos desde allí como el barco del orangután se hundía por completo y se transformaba en un bote pequeño y normal.

***

***

-Cielos. Por fin llegamos.

-Hoy dormirnos en un hotel y plantearemos la ruta hacia Egipto.

-Quiero ropa. - murmuré ya cansada de andar en traje de baño.

Nosotros seguimos caminando para llegar al hotel, solo que encontramos a un policía que estaba diciendo que la bolsa de viaje de Polnareff era basura y quería que pague quinientas libras por "tirar basura" la niña y yo nos reímos pero solo hizo que prestemos atención a ella.

-¿Qué pasa con esa niña? ¿Sigue con nosotros?

-Oye, ¿No ibas a ver a tu papá?

-Deja de perder tiempo aquí y vete.

-Lo veré en cinco días. Y puedo ir a donde quiera. No recibí órdenes de ustedes, idiotas.

-Sí, sí... como digas.

Sonreí divertida pero sabiendo la situación. Los demás decidieron de que sí nos acompañaría ya que no podíamos dejarla sola, así que fuimos al hotel con ella, pero hicimos una pequeña parada en una tienda para comprarme algo de ropa... que bueno que los demás no tuvieron problema con eso.

-Con respecto a las habitaciones: Avdol y yo compartiremos habitación. - menciona el señor Joestar.

-Jotaro y yo deberíamos compartir ya que ambos somos estudiantes.

-Que mala razón pero bueno... Yo compartiré con la niña. - dije.

-Ow, pero compartir con ella será muy desastroso... ¿No prefieres conmigo? - Polnareff me mira coqueto.

-Uy, que tentador... - sonreí pero me di vuelta golpeando su rostro con mi cabeza y me giré hacia la niña -Bien ¿Compartimos, entonces?

Ella me mira un momento sin decir nada pero termina asintiendo. Agarramos una llave de las que habían y fuimos a nuestras respectivas habitaciones.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ || Kujo Jotaro x Tú ||Where stories live. Discover now