Capítulo 18

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-Demonios, huele horrible. - comencé a reír levemente cuando vi que Polnareff le tiraba desodorante al camello -Oiga, señor Joestar ¿Cómo monta estas cosas? Miden como tres metros.

-Les mostraré como se hace. Primero, lo hacen sentar, y luego se suben.

Lo intenta pero el camello no le hace caso, me cubrí la boca para ocultar mi risa mientras veía al señor Joestar. Entonces me detuve al sentir otra mirada, Jotaro me veía y yo me sonrojé recordando ese... beso... sonreí nerviosa y aparté la mirada antes de acercarme a un camello.

-Usaría a Skillet, pero me agotaría... - murmuré acariciando el hocico del camello.

Este se acerca a mi y apoya su cabeza en mi hombro como si me diera un abrazo o algo así. Sonreí.

-No vayas a comer mi cabello, por favor. - lo acaricié -Ciertamente... apestan. ¡Oye, Polnareff! Pásame ese desodorante.

***

***

Caminábamos en silencio sobre los camellos, estos tenían hojas atadas en sus colas para ocultar las huellas.

-Qué extraño, aún siento que nos observan - miré a Kakyoin.

Todos observamos hacia nuestros alrededores pero no veíamos más nada que desierto.

-Kakyoin ¿No estás un poco paranoico? Estamos borrando nuestras huellas y podemos ver a kilómetros a la redonda. Si hubiera alguien lo veríamos.

-No, yo también siento una presencia.

-Hm... mejor echen un vistazo, Jotaro, _____.

Jotaro usa los binoculares, yo me elevé y miré a todos lados pero no vi nada más que desierto, pero el calor se está haciendo sofocante... y más aquí arriba. Miré hacia el sol, pero mi vista se puso un poco borrosa por un segundo. Pareciera... que estoy muy cerca del sol... ¿Es posible? Mi cuerpo... lo siento pesado.

Bajé y me senté de nuevo en el camello, me limpié el sudor y dije que no había visto nada, al igual que Jotaro. El señor Joestar dijo que seguiríamos hasta que el sol se ponga pero Polnareff igual se estaba quejando del calor.

-Cierto... el calor está horrible...

Suspiré como pude, me puse la capa que conseguimos para cubrir mi cabeza, pero me sentía algo mareada. Me apoyé de la silla del camello y traté de no jadear.

-¿Te pasa algo? - Jotaro se coloca a mi lado.

-Eh... Nada, nada. Solo el calor.

Sonreí y me enderecé. No quería ser una carga para ellos así que prefería aguantar.

-Es cierto, hace mucho calor. Pero es a estar hora cuando el calor está así...

Miramos hacia el señor Joestar y fruncí el ceño cuando volteó a vernos un poco nervioso.

-¡Jotaro! Mira tu reloj. ¿Qué hora es?

-¿Hm? Son las ocho.

Todos abrimos los ojos de par en par, miré al cielo de nuevo. Debería de estar oscuro...

-El sol no se pone.

-De hecho, está saliendo por el oeste.

-¿Puede el sol ser... ?

-¿Un Stand?

Todos nos bajamos y fuimos a cubrirnos tras una roca, yo me senté y me apoyé contra esta para tratar de relajarme. Había volado muy cerca de aquel sol, me siento mal... maldición.

-¿Y como lo detenemos? ¡Maldición subió a setenta grados! ¡Ni siquiera se nota si el Stand está cerca o lejos! Es imposible calcular la distancia.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ || Kujo Jotaro x Tú ||Where stories live. Discover now