SIEMPRE HAS SIDO TÚ || Kujo Jotaro x Tú ||

Capítulo 30

-Polnareff se está tardando. - mencioné.

-Vamos a ver que lo toma tanto tiempo...

Nosotros regresamos sobre nuestros pasos hasta la esquina en donde debería estar Polnareff y sí, ahí estaba, recostado contra la pared.

-Polnareff ¿Pasó algo? - cuestiona Avdol.

-No...

-¿Qué pasó con el que nos seguía? - pregunté.

Él se queda en silencio por un momento pero vi que estaba sudando, aquello me extrañó un poco a decir verdad.

-N..Nadie nos seguía... - menciona -Supongo que fue mi imaginación.

-Ya veo... Por cierto, ¿qué haces parado ahí así? - vuelve a preguntar Avdol.

Polnareff volvió a parecer nervioso y sin saber que decir, enarqué una ceja.

-Bueno, m..me detuve a orinar.

-¿Qué?

-¿Orinabas en medio de la calle? - cuestiona el señor Joestar. -¿No tienes vergüenza de orinar en medio de la ciudad?

-Que asco... - murmuré con una mueca.

En eso, Polnareff comienza a hacer gestos extraños... realmente era extraño... apuntaba con su lengua a alguna parte, parecía algo desesperado.

-¿Atrás... ? - murmuré para mi misma.

-En fin... adelántense sin mi, los alcanzaré enseguida.

-Está bien.

Nosotros nos miramos entre todos para irnos pero Polnareff seguía haciendo gestos extraños.

-¿Qué pasa? ¿Por qué haces esas caras? - pregunta el señor Joestar -¿Te duele la lengua?

-No, señala que hay algo detrás de él... ¡Hm!

Ahí se nos encendió el foco a todos pero haberlo dicho en voz alta había sido una mala idea, creo yo. Entonces, Polnareff estornuda y de detrás de la pared sale Hol Horse.

-¡Ese es... !

-¿Qué? No puede ser. ¿Estornudó?

Yo levanté las cejas con asombro pero Skillet que ya estaba tras Hol Horse lo golpea y lo derriba contra unos jarrones de aceite. Polnareff nos advierte de él y su compañero bajo la caja junto a nosotros.

Nos colocamos frente a él para darle una paliza si era necesario pero vimos a un auto acercarse rápidamente justo cuando resbaló con el aceite y fue hacia nosotros. Antes de que me diera cuenta, Jotaro me agarra y jala por la cintura, pero yo lo empujé y cubrí, aún así el auto nos golpeó a los cinco.

-¡Ah!

Fue como quedar inconsciente pero seguía escuchando. Intenté moverme, no podia hacerlo, sentía varias piedras sobre mi en estos momentos... ¿Y Jotaro? ¿Los demás... ?

No puedo... moverme ni un dedo... tampoco abrir los ojos, sentía un poco de sangre corriendo por mi cabeza y saliendo de mi boca. Fue como un parpadeo nuevamente, para cuando me di cuenta escuché movimiento.

-Viejo, resiste. - era la voz de Jotaro.

- Creo que estaré bien.

-Yo también. Apenas me golpeó. - escuché a Avdol -Pero... ______ y Polnareff están...

Escuché pasos acercarse a mi y luego como el peso de las piedras desaparecía, me quejé entre dientes y temblando leve, Jotaro me sujeta y levanta mi parte superior.

-Oye, ______...

Levanté mi cabeza aunque la sintiera pesada, me llevé la mano hasta esta y toqué el líquido en ella, al ver mi mano esta estaba cubierta de sangre.

-Se ve mal... pero estaré bien. - mencioné suspirando.

Jotaro me mira por un momento antes de suspirar y levantarse, pero sorprendentemente me carga, me quita de las piedras y me deja junto a Avdol y su abuelo.

-_____, estás sangrando mucho... ¿Estás bien? - pregunta Avdol.

-Sí... no moriré al menos.

Ellos asienten, miré hacia Jotaro cuando se acercó a Polnareff y lo ayudó, pero este le estornuda en el rostro, hice una mueca apartando la vista por el asco.

-Dios... Polnareff.

-Lo siento, Jotaro... no sé en qué estaba pensando el loco de Hol Horse, pero me metió los dedos en la nariz. Es un asqueroso. Aún me pica.

Nosotros nos levantamos y miramos a los alrededores, escuchamos cosas extrañas pero decidimos concentrarnos en el accidente.

-Larguémonos de aquí antes de que llegue la policía. - menciona el señor Joestar.

-Más allá de eso, ¿dónde demonios se metió Hol Horse? - pregunta Polnareff.

-No lo sé. Simplemente desapareció. - responde Jotaro.

Él se da la vuelta y algo le cae en la frente, notamos que de la tubería ya estaba saliendo lodo.

-Oye, mejor aléjate de esa tubería, Jotaro, antes de que te cubras de lodo - advierte Avdol.

Nos limpiamos la sangre cuanto pudimos y nos alejamos de la escena para que cuando llegase la policía no nos metiéramos en problemas.