Part 2

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Xie Yan no entendía lo que aquel niño – Jiu – le hacía sentir. En cuanto lo vio debajo de aquel tobogán sintió pesar su corazón. Y cuando notó el miedo en sus ojos después de hablar de cómo la señorita se quería deshacer de él, al momento que tapaba su boca como si hubiera dicho algo que no debía... podía sentir hervir su sangre de furia.

Eso era extraño. Shen Jiu no era el primer niño a quien llegaba a ayudar, sacándolo del lugar de abusos, pero... había algo que lo atraía a él – algo que le decía que debía proteger a este niño a como diera lugar.

Hizo algo impulsivo.

No fue difícil conseguir que le dieran la custodia temporal de Shen Jiu. Xie Yan es alguien bastante influyente, años de trabajo duro dieron sus frutos.

Era desafortunado que personas como aquellos "padres" de acogida, fueran capaces de formarse una buena reputación – abusando de ello.

Ya no más. Xie Yan se encargó personalmente de demostrar la clase de monstruos que eran.

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Habían pasado ya tres semanas desde que Shen Jiu llegó al hospital, sintiéndose cada día más seguro y relajado, aunque a veces le daban ataques de pánico.

Algo le decía que no debía confiar

Aquel oficial – Jin Zian – volvió con las mismas preguntas y con la enfermera Song a su lado, juntó el valor para hablar sobre todo lo que había pasado tanto en la casa de acogida como en el orfanato dando un salto de fe, con la esperanza de no estar cometiendo un error.

Antes de irse, el oficial le asegura que sería todo – que había sido muy valiente por hablar con él y ya no habría necesidad de hacerle más preguntas.

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Shen Jiu pasa sus días en el hospital leyendo. Xie Yan le traía cualquier libro que le pidiera, sin cuestionar. La mayoría eran libros sobre electrónicos, cuando inventaron la primera televisión, la primera computadora, sus funciones y más.

Era todo lo que había pedido. Libros que alimentaran su deseo por información y Xie Yan se los dio.

Algunas ocasiones, la enfermera Song lo llevaría a dar un paseo por el hospital. En una de esas ocasiones Song le comentó que aquellos "padres" de acogida ya habían sido procesados – aunque consideraba que los años que les habían dado eran poco – su reputación ya estaba destruida.

También que Xie Yan había ido al orfanato – que por tantos años fue su hogar – para obtener su expediente y ver como manejaban las cosas en el lugar. Al final consiguió que despidieran a la señorita, dejando a cargo a alguien más adecuado e hizo una donación para remodelar el lugar que bien le hacía falta.

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A la tercera semana, ya era hora de que Shen Jiu dejara el hospital. Se podía ver su nerviosismo a kilómetros de distancia.

Cierto que Xie Yan lo había tratado bien durante su estadía, incluso satisfaciendo cada capricho y más. A veces visitándolo con algún regalo que Shen Jiu no pedía, como ropa e incluso una Tablet pero que tal si todo era una fachada y en el momento en que estuvieran solos mostraría sus verdaderos colores...

"A-Jiu, ¿estás listo?" la voz de la enfermera Song calmaba un poco aquellos nervios que se estaban apoderando de él.

No tenía nada cuando llegó al hospital y ahora estaba llenando a tope su maleta por todas las cosas que le había regalado – durante su recuperación – Xie Yan.

Shen Jiu escoge la puerta izquierdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora