Científico Zombie

VOL II: 14 - Realidad

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En su otra vida, Sheng Qing siempre fue admirado y envidiado por todos por su inteligencia y logros, mientras que él mismo cambiaría ambas cosas por una vida distinta sin dudarlo, y esto se debía a su infancia.

Recordaba vagamente que su padre los había abandonado después de involucrarse con contrabandistas, y que les había pasado su deuda. Después de varios años, su madre no podía soportar otro día usando su cuerpo para pagarles y eligió suicidarse, olvidando por completo que tenía un hijo.

Sheng Qing se quedó solo y pronto esas personas quisieron tomarlo como pago debido a su linda apariencia, pero afortunadamente pudo salvarse de esa situación y huyó del pueblo en el que vivía.

Viajando de noche y descansando de día, robando comida y durmiendo en el suelo, evitando aldeas y cruzando bosques hasta llegar a la ciudad.

Con las piernas adoloridas de tanto caminar, casi se arrastró hasta una estación de policía, donde lo ayudaron rápidamente, y después de saber su situación, lo llevaron a un orfanato.

Al llegar a un entorno estable dónde una buena apariencia podría darte una familia más rápido, Sheng Qing, que en medio de su huida no se atrevía bañarse con la lluvia o en el río por temor a resfriarse, desarrolló un hábito casi obsesivo de limpieza que se agravó en su actual misofobia.

El Sheng Qing de ese entonces, de bajo CE, pensó que le gustaría más a la gente si continuaba de esa manera; sin embargo, esto sólo dificultó sus posibilidades de ser adoptado. Tener once años tampoco ayudó, y se quedó en el orfanato hasta salir de la escuela secundaria.

Sheng Qing siempre había sido inteligente, fue su alto CI el que le permitió sobrevivir hasta ese momento.

Realizando algunas pruebas, se saltó los siguientes tres años de preparatoria, arriesgando todo en el examen de ingreso a la universidad de ese año.

Tres días pasaron y salieron los resultados; y aunque la diferencia en los tres puntajes superiores no era mucha, estuvo feliz de haberse quedado con el primer lugar.

Sheng Qing aprovechó esta oportunidad, y con sólo 15 años ingresó a la Universidad de Ciencias de Jingcheng, convirtiéndose en el científico más joven de Huaxia.

Después de graduarse con dos doctorados, Sheng Qing ya tenía 22 años, y debido a sus logros, pronto tomó lugar como el investigador jefe del Laboratorio Central de Huaxia.

Recluido en sus proyectos sin socializar, sus mayores le instaron a reunirse con jóvenes de su edad, y lo hizo, pero cuando no pudo seguirles el ritmo en una conversación casual; comenzó a navegar por internet buscando ayuda y leyendo novelas en línea en su tiempo libre para intentar aumentar su insignificante Coeficiente Emocional.

Inicialmente, aunque Sheng Qing revisó numerosos títulos, no se había interesado demasiado. Fue cuando deslizó su visión por la pantalla y vio las palabras 'N-Project', que su alma pareció conmoverse.

Siguiendo el enlace, lo demás fluyó naturalmente, sólo que las cosas no salieron como él esperaba.

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Rodeado de oscuridad, la consciencia de Sheng Qing se encontraba aturdida dentro de su mar espiritual, sintiendo como las fisuras se curaban.

A lo largo de su vida e le dieron pistas dispersas que no podía identificar correctamente, que terminó ignorando y arrojando al fondo de su mente.

No fue hasta el momento de su segunda muerte que Sheng Qing entendió todo, cuando aquellas pistas lucharon por salir a la luz y volvieron a juntarse, construyendo los recuerdos de una infancia que desconocía.

Se le reveló la verdad fuertemente sellada en su memoria; él, el tercer príncipe del Imperio Interestelar, estaba haciendo un ejercicio de entrenamiento informal con su prometido, pero resultó que alguien cambió en el mecha que usaba por uno defectuoso, lo que le provocó un accidente de manía, dañando su poder mental y dejándolo en un coma profundo.

Sheng Qing supo que encontraron una forma de tratar su falla mental, pues este cultivo de conocimiento por once años se explicaría como un periodo de recuperación, hasta su transmigración en 'otro mundo', que quizás estaba hecho para su futuro enlace con el mundo real.

Aún no sabía lo que le esperaría al volver, pero Shengqing no tenía miedo; ya pasó demasiado tiempo separado de su verdadero origen, era momento de recuperar su vida.

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