1: Menma

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-De verdad eres una perra-

Qué ocurrió?

Es simple.

Volvamos atras hace unas 4 horas...

Hoy es su primer día de escuela, bueno, tampoco es como si fuera el primer día de clases. Faltaba menos de tres meses para terminar la preparatoria.

A quién se le ocurre cambiar de escuela cuando falta muy poco para terminar?

Solo a él. Hace algunos meses había cumplido sus 18 años, técnicamente ya era un adulto pero por insistencias de sus padres y mucho dinero ahorrado robado, no había logrado independizarse.

Hace mucho que quiso separarse de su familia pero ellos eran tan exigentes y manipuladores. Nunca comprenderían todo el daño que le hicieron, tampoco es como si el comprendiera en su totalidad.

Ingresaba a su nueva vida, una vida que disponía de trabajar hasta el cansancio para no pensar en cosas insignificantes cómo lo era de su vida personal. Estaba allí, nadie lo reconocía, nadie lo conocía, su vida tomaba un nuevo rumbo y nadie podía detenerlo.

-Alumnos, conozcan a su nuevo compañero Menma Terasu. Sé que es un poco tarde para tener nuevos alumnos, especialmente por...-

-No hay necesidad de explicación, nadie las necesita- interrumpió el alumno nuevo, el maestro se molestó por su interrumpción pero le dió la razón

-Bien, puede sentarse- sin importar las miradas del resto, fue y se sentó hasta atrás del salón, sin prestar la menor atención hasta que el maestro empezó su clase.

Hubiera sido todo normal si no hubiera visto a tres chicos acosando a una chica que claramente no tenía ningúna intención con ellos. Le hubiera gustado mucho pasar de largo pero su corazón no era malo después de todo.

-Que asco, uno no puede andar por los pasillos tranquilo sin presenciar a tres perros y una perra-

-QUÉ DIJISTE HIJO DE TU...?!- no llegó a terminar porque el hijo pelinegro ya le había dado un golpe que lo desmayó. Los otros dos intentaron golpearlos pero recibió el mismo destino.

-Gra-gracia...- la chica no pudo agradecerle porque el chico comenzaba a ahorcarla contra la pared, el chico se acercó a mirarla más de cerca

-De verdad eres una perra- dicho esto la soltó y se fue. La chica cayó al suelo, recargando su espalda contra la pared y sintiendo débiles las piernas. Por un momento pensó que la mataría, suerte no fue así. Se propuso nunca volver a entrometerse en su camino.

Así iniciaba la vida de Menma Terasu.

ActorWhere stories live. Discover now