13: Disculpa

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-Como que él es Kurama?- preguntó Mikasi al ver que era el mismo chico quien iba a disculparse con ella.

-Kurama es un excelente chico, es cantante, compositor, músico, escritor, editor y ahora subdirector de la película de su propio libro. Puede que no sea reconocido como cualquiera de ustedes pero todo lo que tiene lo ha conseguido por si mismo, sin ayuda de representantes, empresas o discotecas. Fue muy difícil convencerlo para que nos prestará su idea para la película, así que les pido de favor a todos que lo respeten-

-Empezando con una disculpa sincera de la señorita Nagi- el pelirrojo miró directamente a la pelinegra.

-Yo...- se vió indecisa -No voy a pedir disculpas, tu invadiste mi espacio personal-

-No hay problema- sonrió la pelinegra -Estas despedida- la sonrisa desapareció

-Qué?! No puedes hacer eso!-

-En realidad sí puede- dijo el director -Kurama no ha firmado ningún contrato, así que puede retirar su idea cuando guste o despedir a quien le convenga-

-No me pueden despedir! Ya firmé un contrato para esta película!-

-Puedo retirar mi idea, despedir a todos y contratarlos a todos menos a tí- dijo Kurama en tono serio. Mikasi tembló ante la idea de ser desechada de un proyecto que la favorecía mucho, no había tenido trabajos recientemente y casi nadie le quería contratar, no entendía la razón, pero eso no sería impedimento para volver a la cima.

-Lo siento- dijo rápidamente y sin sonar sincero

-No acepto tus disculpas- eso la sorprendió

-Ya me disculpé!-

-No lo hiciste sinceramente, si no más recuerdo una disculpa debe ser de rodillas, y cómo estás acabando mi paciencia, pediré que también pongas tu frente en el suelo y que lo hagas en un tono más suave aunque no lo sientas, eres actriz, puedes disculparte sinceramente sin ser sincera- se burló el pelirrojo.

La pelinegra duró unos segundos con el rostro endurecido pero cuando vió que llamaba a seguridad para echarle, se arrodilló lentamente fulminandolo con la mirada, sintiendo tanta ira que si las miradas mataran, ese pelirrojo estaría a dos metros bajo tierra. Con la misma velocidad lenta se inclinó para poner su frente en el suelo.

-Lo siento- dijo en un tono suave aunque por dentro estaba furiosa y más al sentir un zapato sobre su cabeza, obligandola a permanecer en el suelo por más tiempo del debido.

-Si hay algo que odio, son las personas que se creen superiores a los demás sin motivo alguno. Una regla que pondré en el set será el respeto. No quiero fallas en su conducta, si tienen que arreglar algo, hágalo afuera, dónde los paparazzis estarían felices de tener algo jugoso para la portada de las revistas. A partir de ahora, no despediré a nadie, pero el que se atreva a romper las reglas se le bajará de su sueldo, eso también es parte de su contrato para aquellos que tuvieron la decencia de leerlo- bajó su zapato de la cabeza de Mikasi y ella se levantó rápidamente -Aunque contigo haré una excepción, como tu papel no tiene tanta relevancia en la película, puedo remplazarte por alguien que sí merezca la pena. Algo que sí puedo hacer porque está en tu contrato, aunque no puedo asegurar si realmente sabes leer- claramente se burló de la pelinegra

-Dijiste que debíamos respetarnos- crujió entre dientes

-Unicamente cuando respetan los límites y las autoridades, no me respetaste por no saber quién era y por mi vestimenta, porqué me rebajaría a un nivel tan patético como el tuyo?- se dirigió a todos -Así funciona esto, ustedes son exclavos cuando no respetan las reglas o los superiores. Respeten a todos sin importar qué y recibirán el mismo trato. Entendido?-

Solo asintieron las cabezas.

-ENTENDIDO?!-

-SÍ!- el pelirrojo miró a todos detenidamente

-Le paso la palabra director- 

ActorWhere stories live. Discover now