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CAP 5

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La coronación de Joshua tuvo lugar dos días después. 

Fue una ceremonia muy pública a la que ni Jeonghan ni su madre fueron invitados a participar. 

Su madre se enfadó por el desaire público, pero también se alegró, porque su ausencia durante la coronación hizo crecer el descontento con Joshua entre la gente común y la corte. El desaire se veía especialmente mal, teniendo en cuenta que Dalatteya había organizado un baile en honor de Joshua y no había sido más que cortés y amable en público. 

Hacía que Joshua pareciera un asno real. 

"Debe ser el rey menos popular que nuestro gran clan haya visto jamás", dijo Dalatteya, dejando su multidispositivo en el suelo y sonriendo. "¿Has visto sus índices de audiencia? Ya hay protestas en todo el país. Está a un paso de una revuelta abierta". 

Jeonghan no estaba tan contento con la perspectiva como su madre. Una guerra civil no era algo que quisiera para su gran clan. Llevaría a un derramamiento de sangre y a sanciones de los otros grandes clanes, y eso destruiría su economía. 

"No me mires así", dijo Dalatteya, levantando las cejas. "Es su propia culpa. Por una vez, no he hecho nada. Bueno, casi nada, aparte de algunos comentarios estratégicamente lanzados en torno a ciertos señores-vasallos". 

"Madre", dijo Jeonghan exasperado.  

"No es mi culpa que él sea demasiado terco para jugar a la política. El estado actual de las cosas es totalmente obra suya". Ella parecía muy satisfecha. "No esperaba que fuera tan fácil. Emyr nunca fue tan ciego como su hijo. Ni siquiera tendremos que hacer nada. Todo lo que tenemos que hacer ahora es esperar". 

Jeonghan se limitó a negar con la cabeza, pero no es que su madre estuviera equivocada. La inestable posición política de Joshua era en gran parte obra suya. 

Lo bueno es que no tendría que seducir a Joshua si las cosas salían como su madre esperaba. 

Ahora comenzaba el juego de la espera. 

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Nunca sabrían si la posición política de Joshua se habría deteriorado lo suficiente como para desembocar en una revuelta abierta, porque unos días más tarde, Joshua trajo a casa a su hermano pequeño, que resultó estar vivo. Y eso lo cambió todo. Al parecer, el príncipe Junhuihd -o Jun, como se llamaba a sí mismo ahora- no había muerto en el ataque de hace tantos años. 

Y ahora era el heredero de Joshua si algo le sucedía a éste. 

Probablemente no hace falta decir que la madre de Jeonghan estaba furiosa.