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CAP 7
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Joshua'ngh'zaver sería el primero en admitir que odiaba equivocarse.
A nadie le gustaba equivocarse, pero era particularmente irritante que Jeonghan hubiera tenido razón: su equipo de publicidad estaba menos que impresionado con él por sus palabras a Lord Vahir.
"¡Esto es un desastre!", dijo su jefa de prensa, Ayda, paseando por el despacho de Joshua, mirando el datapad que tenía en sus manos. "Tus índices de aprobación nunca han sido altos, pero han alcanzado un nuevo mínimo ahora que Lord Vahir tiene a su gente difundiendo el rumor de que el Príncipe Jun se fue por tus inclinaciones antinaturales".
Joshua se puso rígido. "¿Él hizo qué?"
"Tiene gente difundiendo el rumor de que querías acostarte con tu propio hermano y que por eso Jun huyó".
Joshua cerró los ojos y respiró, tratando de controlar su rabia.
"No lo mates", interrumpió Momo desde el sofá, estudiando sus uñas. "Sé que es tentador, pero eso no ayudaría en nada".
Joshua la miró con frustración. No estaba seguro de qué hacía Momo aquí.
Desde luego, él no la había invitado. Nunca había tenido una relación fácil con ella. Era la prima lejana de Seungcheol con la que básicamente había crecido.
A veces Joshua pensaba que eran casi amigos, pero nunca parecían estar de acuerdo en nada.
"¿El puto enfermo está difundiendo el rumor de que me quiero tirar a Jun y se supone que no debo hacer nada?" Joshua soltó con desprecio.
"Matarlo sólo te haría parecer más culpable", señaló Momo.
"Puedo hacer que sea imposible de rastrear".
"¿Tú? Tienes tanta sutileza como un toro en una cacharrería. Olvídalo, shua. Deja que los profesionales se encarguen". Señaló con la cabeza a Ayda.
Joshua suspiró y se aflojó el corbatín, recostándose en su silla. "¿Qué sugieres, entonces?"
"No podemos negar el rumor; reconocerlo sólo lo empeoraría", dijo Ayda. "Sólo necesitas algo que te dé buena imagen. Algo realmente bueno que ayude a tus índices de audiencia".
"¿De qué tipo?" dijo Joshua, pellizcándose el puente de la nariz. Ya le dolía la cabeza.
"Tienes que aparecer en varios eventos de caridad con alguien de reputación impecable, alguien muy querido y popular entre la corte y la gente común-"
"No", dijo Joshua, intuyendo a dónde iba.
"El príncipe Jeonghan", terminó Ayda, como si no le hubiera oído. "Fue un gobernante increíble para este país durante tu ausencia. Su asociación con él arreglaría sus índices de aprobación".
